Sentí como movían mi cuerpo con cuidado de un lado para el otro, abrí mis ojos con cuidado para encontrarme con la cara de Lucia, sonreí un poco sintiendo ardor en mis ojos.
— ¿Me veo muy mal?— pregunte adormilada.
—Mejor que muchas que lloran toda la noche— dijo con una risita— vamos levántate que tenemos que ir a tu casa.
—No quiero— dije como una niña pequeña.
—Vamos— dijo ella pero negué con la cabeza y cerré mis ojos con fuerza.
Me volvía a dormir pero al instante sentí caer agua en mi cara, me levante asustada escuchando como Lucia se reía, abrí mis ojos con sorpresa para ver un vaso vacío en la mano de Lucia, sonreí de lado y le lance una almohada.
— ¿A qué horas te levantas?— pregunte después de unos minutos viéndola con el uniforme puesto.
—Temprano— dijo encogiéndose de hombros— vamos rápido.
—Voy— dije levantándome de la cama a regañadientes para luego entrar al baño y bañarme.
Quince minutos después ya tenía puesta la misma ropa que el día anterior, me mire en el espejo para notar mis ojos un poco hinchados, suspire y salí del baño.
—Recógete el pelo— dijo Lucia desde la cama del cuarto.
— ¿Para qué?— pregunte algo cansada.
—que no se dé cuenta que lloraste por el— dijo.
— ¿eso que tiene que ver con mi pelo?
—Todo cuenta, no puedes andar como una Diosa si tu pelo parece un nido de pájaros, si te lo recoges disimula más— dijo asiendo que suspirara y recogiera mi cabello en una coleta desordenada.
— ¿Así?— pregunte viéndome en un espejo descubriendo el cambio que hacía en mi cara, me veía decentemente bien.
—Mejor— dijo satisfecha.
—chicas es mejor que se vayan ya si quieren llegar a tiempo a la escuela— dijo Oliver a lo lejos.
—tiene razón vamos— dijo Lucia tomando su bolso.
Tome el bolso que llevo para entrenar y salí del cuarto siguiendo los pasos de Lucia.
—Oliver ya nos vamos, nos vemos en la escuela— dijo Lucia.
—Que les vaya bien— dijo Oliver apareciendo detrás de una puerta.
—Adiós— dije antes de salir de la casa seguida por Lucia.
Caminamos a paso rápido en dirección a mi casa, el camino se nos hizo rápido ya que Lucia y yo no paramos de bromear en todo el camino.
—Espera aquí ya bajo— Le dije a Lucia mientras subía las escaleras de mi casa a paso rápido.
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La ventana de al lado
Fiksi RemajaValery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta hacen que las cosas cambien de un momento a otro haciendo que la vida de Valery jamás vuelva a ser...