Waste The Night - Muke

29. Tú iluminas mis noches

Los chicos terminaron llegando al departamento pasadas las 2 a.m. Luke había conducido de regreso, y habían llevado a Cal y Ash consigo, pues ninguno estaba en estado para manejar. El rubio les cedió su habitación, en donde después de caer a la cama y quitarse los zapatos, ambos quedaron completamente dormidos entre pequeñas risitas.

No tardó mucho en meterse a la habitación del mayor, tirando de él de la mano. Al llegar cerró la puerta a la vez que ambos se sacaban los zapatos. Luke empujó al desteñido sobre la cama, para después acomodarse justo encima de él, haciendo que el chico riera un poco.

- Felices 21, Mikey - musitó, casi rozando sus labios
- Gracias, Lu - rio - me diste el mejor cumpleaños de todos
- Lo que sea por ti - insistió, bajando su cabeza hasta que su nariz comenzó a tocar su cuello
- Basta de juegos, Hemmings - dijo tomando al chico por las caderas - quiero abrir mi regalo ahora - una enorme sonrisa adornó los labios del menor poco antes de que estos se fundieran con los alcolizados labios de Michael.

El beso terminó con la misma intensidad con la que inició, desesperado y totalmente necesitado. Había sido aquel que ambos estuvieron anhelando toda la noche, y en su transcurso le dio pie al desteñido de girar, colocando la espalda del rubio contra las sábanas. Se separaron cuando el mayor tiró del labio inferior de Luke, mientras sonreía y pasaba sus manos sobre el pecho del rubio un par de veces antes de dirigirlas a los botones.

- No te muevas - le susurró, quitando botón tras botón de una manera increíblemente paciente. Luke no estaba seguro del como su amigo no estaba rompiendo la tela, solo sabía que el delicado roce lo estaba matando.

La negra camisa dejó al descubierto el anteriormente mordido pecho del menor, tentando a Michael a agacharse a tomar entre sus dientes la casi borrada marca que estaba bajo sus clavículas, para después pasar sus manos por sus hombros y retirar la prenda. Mike soltó el pedazo de piel sin separar sus ojos de los del rubio, quien lo observaba con los labios entreabiertos, sin reprimirse de hacer los sonidos que sabía emocionaban al mayor.

Las manos del desteñido viajaron hasta su cadera, deslizando el cinto y tirándolo lejos, quitando el botón, y bajando los pantalones mientras pequeños besos eran repartidos sobre sus piernas. Sus dedos jugaron con el elástico antes de tirar de él, y una vez más, bajarlo lentamente hasta desaparecerlo en el piso de la habitación. Michael se relamió los labios al ver como el miembro de su amigo saltaba frente a su rostro, hasta pegarse en el abdomen del chico, y luego volvió su mirada al par de ojos azules, que habían oscurecido bastante desde la última vez que los admiró.

Volvió sus labios a los del menor, tomándolo en otro beso lleno de deseo, donde ambos tiraron y mordieron los labios ajenos. Michael se permitió tocar cada fragmento de piel del chico que tenía a su disposición, mientras que éste finalmente, conseguía tocar a quien lo tenía completamente perdido. Mike se separó para quitar su ropa de una maner violenta, esta vez notablemente desesperado, cosa que bajo la mirada de Luke se veía jodidamente sexi.

En el segundo que volvió a la cama el rubio enredó sus brazos detrás de su cuello, haciendo que sus labios volvieran a encontrarse en un profundo beso, mientras las manos del mayor lo recorrían completo.

- Maldición - masculló Mike mordiendo levemente el labio inferior del chico - no te imaginas la clase de cosas que quiero hacerte
- D-descríbemelas - murmuró, dejando que su cabeza cayera de lado, el desteñido aprovechó de inmediato para clavar sus dientes en el cuello.

- Q-quiero besarte hasta que tus labios ardan - inició - tocarte, morderte, y escucharte pedir más - un pequeño gemido traicionó al rubio - quiero oírte jadear una y otra vez, y gritar mi nombre, joder, quiero que me hagas olvidar hasta como me llamo.