22. No la dejes volver

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Mike había terminado temprano de hacer las compras alimenticias, y aunque su plan era ir a buscar un nuevo videojuego y quizá darse una vuelta por la sección de ropa, con la idea de no volver al departamento hasta la hora de la cena, cambió de rumbo en el último segundo. Avanzando hasta el departamento, había decidido llevar al rubio a ver una película, hacia mucho que no hacían eso.

Sin embargo, cuando llegó gritando que había vuelto, sus ojos se cruzaron con los cafes de aquella mujer a la que tanto detestaba. Arzaylea estaba sentada sobre el sillón revisando su celular. Ella le lanzó una pequeña sonrisa triunfal al teñido mientras éste abría la boca sorprendido.

- ¿Dónde está Luke? - inquirió, tratando de no sonar tan molesto como lo estaba
- Arriba - respondió ella, Mike no esperó a que la chica continuara, subió a zancadas las escalera y abrió la puerta de la habitación, donde se encontró con su amigo de espaldas, rebuscado en sus cajones una playera para ponerse.

- Me lo prometiste - inició
- Michael - dijo sorprendido
- Me prometiste que no volverías con ella, te lo pedí directamente, y me mudé contigo confiando en que cumplirías aquella promesa
- Yo...
- Eres un mentiroso de mierda - finalizó para darse la vuelta en dirección a la puerta, se había acabado, se iría de ahí.

Luke corrió hasta la puerta, alcanzando a cerrarla antes de que su amigo saliera, obligándolo a permanecer entre la fina madera y su torso desnudo. Mike no pudo evitar suspirar.

- Déjame salir
- Por supuesto que no, déjame hablar a mí primero
- ¿Para qué? ¿Para escucharte decir como amas a una mujer que no te ha traído más que desgracias?
- Michael - éste se giró, chocando sus narices de forma involuntaria
- Luke la odio, te juro que lo hago
- Pero...¿por qué?
- Porque la he visto hacerte daño como nadie, no me gusta como te manipula, detesto ver que vuelves a ella como un fiel perrito cuando estoy seguro que ella haría todo lo contrario.

El rubio suspiró, no sabía si Michael tenía razón, pero entendía perfectamente que su plan de volver con aquella mujer era pésimo, pero es que la soledad empezaba a envolverlo, y extrañaba el tiempo donde podía besar y hacer lo que quisiera con ella. Añoraba aquellas salidas, el ser fotografiado sonriente al lado de alguien que lo veía con cariño...o al menos le gustaba creer que esa era la forma en la que Arzaylea lo miraba.

- Es solo...no lo sé, Mikey, tú tienes a Cristina, salen y se divierten juntos, yo no tengo nada que hacer, me quedo solo en la casa, Calum y Ashton no siempre van a querer salir conmigo, y salir entre los 3 se ha vuelto un tanto incómodo
- Pero Luke podrías conseguirte a quien quisieras, no entiendo tu obsesión con regresar a ella.

- No es una obsesión, Clifford
- ¡Por supuesto que lo es! ¿Por qué otra razón volverías a alguien que te ha lastimado tanto?
- ¡Porque la quiero!
- No, no lo haces
- ¿Y tú qué sabes? - masculló molesto, Mike suspiró, pasando sus manos por el abdomen del rubio, robándole un casi inaudible jadeo.

- Te conozco - susurró, haciendo que su aliento chocara contra el cuello de su amigo, Luke cerró los ojos casi de manera involuntaria - sé cuando quieres a alguien, lo sé por la forma en la que los miras...y tú a ella ya no la ves como antes. Arzaylea dejó de ser importante para ti, Lu, ¿por qué sigues tratando de mentirte a ti mismo? - el menor no respondió, lo único que hizo fue quitar las manos de la puerta para colocarlas en la nuca del chico, ni siquiera él estaba seguro del porque lo hacía, de donde venía esa sensación que le imploraba mantener al teñido cerca, no tenía ni idea de porque sentía tanta necesidad de tocarlo y ser tocado.

- Mikey - musitó, y como si el mayor hubiera leído su mente se acercó más, pasando una de sus manos al rededor de la cintura de Luke, mientras la otra acariciaba lentamente su mejilla, y sus labios aterrizaban en la caliente piel de su cuello.

Waste The Night - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora