39. Te quiero

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Luke leía y releía aquella nota de nuevo, después de guardarla en el primer cajón de su buró, leerla todas las mañanas se había empezado a volver una costumbre. Las palabras inclinadas a la derecha, escritas en tinta negra que resaltaban en aquel pequeño trozo de papel que le había dado ese día, esas mismas que lo hicieron recordar las propias, que le causaron una extraña sensación en su pecho, que lo animaron a atravesar la casa de sus padres hasta encontrarse una vez más con los ojos verdes, tomando su mano para encerrarlo en su cuarto y finalmente, besarlo como había querido desde que llegaron a la fiesta.

"Tú también eres la persona más hermosa que mis ojos han visto en su vida entera, Lukey"

Sonrió de nuevo, volviendo a doblarla para meterla en su cajón, justo debajo de la caja que había contenido su dije, el cual ahora descansaba al lado de su lámpara de noche, justo a su lado, y esto solo porque Mike había insistido en que no debía usarlo al dormir o terminaría ahorcándose.

Un movimiento a su lado hizo que se girara de prisa, viendo como un chico de despeinados cabellos se refregaba la cara contra la almohada, mientras estiraba una mano palpando la cama. Trató de no reír al ver como sus movimientos se volvían más desesperados al no alcanzar a tocarlo, hasta que Michael levantó la cabeza con un ceño fruncido, el cual relajó en el momento en que lo vio sentado al borde del colchón, con una mano sobre el dije que ya tiraba hacia su cuello.

- Maldición - murmuró el desteñido tallando sus ojos, esta vez Luke si se permitió reír - ¿Por qué demonios tenías que levantarte temprano? ¡Quería sorprenderte!
- Y buen día para ti también, Mikey - musitó sonriente, el mayor giró los ojos poco antes de pegar un brinco, quedando sentado justo frente al rubio.

- Feliz cumpleaños, Lu - murmuró, estirando una mano hasta llegar a su mejilla, el menor de inmediato colocó la suya sobre ésta, permitiéndose cerrar los ojos un momento ante el suave roce
- Gracias, Mike
- Ahora arréglate rápido, porque soy bueno devolviendo favores y justo ahora pienso llevarte a desayunar - Luke giró los ojos ante eso, sin borrar aquella sonrisa que se pintaba en sus labios cada vez que miraba al chico.

Se puso de pie, no sin antes dejar un beso en su mejilla, para dirigirse a su closet mientras el sonrojado chico se encaminaba hacia el baño. Cuando Michael regresó Luke ya tenía puestos un par de pantalones sin abrochar, una camisa azul en las manos y el torso descubierto.

- ¿Sabes qué? Olvídate del desayuno, hoy empezamos por el postre - y dicho eso, Mike tiró de su mano hasta hacer que sus pechos chocaran, acunando sus mejillas para así por fin besarlo. Luke ni siquiera tuvo tiempo de reír cuando ya sus pasos se veían influenciados por el chico, no tardando mucho en hacerlo caer sobre la cama.

- Mike - rio el rubio entre besos, sintiendo como la situación aún no se volvía inevitable - ¿No teníamos que...?
- Si ellos me hacen esperar por un jugo de naranja, entonces nosotros los podemos hacer esperar a ellos
- No creo que funcione así... - pero una vez más, sus ideas quedaron a medias cuando los labios del mayor volvieron a tomar los suyos, mientras sus manos se movían tranquilas hacia su abdomen, bajando sin cuidado hasta el borde de su pantalón.

- ¿Listo para el regalo número 3? - inquirió, poco antes de bajar sus labios a su cuello, dejando besos y mordidas a lo largo de éste. Subió la mirada solo para ver los entreabiertos labios del menor, sonriendo con fascinación antes de retomar su camino abajo. Se detuvo al finalizar una marca sobre su cadera, metiendo sus dedos entre la tela para tirarla fuera, Luke no se opuso en lo más mínimo, mucho menos cuando la nariz del mayor empezó a rozar su pelvis.

- Oh definitivamente perderemos la reservación - susurró el rubio, causándose a sí mismo un escalofrío luego de sentir como Mike rio contra su entrepierna. La mirada del desteñido subió de nuevo a sus ojos antes de que sus manos se colaran en aquella última pieza, sonriendo sin vergüenza mientras a Luke le brillaban los ojos.

Waste The Night - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora