51. Composiciones

29 6 4
                                    

Luke cerró la puerta a sus espaldas, recargandose contra ésta y cerrando los ojos con fuerza, tratando que las lágrimas dejaran de caer. Éstas nunca cesaron. Cuando abrió los párpados y pudo observar como los 4 pares de ojos se fijaban sobre él, suspiró, limpiando una que otra de las gotas que caían por sus mejillas, las chicas lo miraban confundidas, Calum y Ash lo observaban con los ojos cristalizados, como si también estuvieran a nada de soltar en llanto.

Calum fue el primero en moverse, casi corriendo hasta el chico, y encerrándolo en sus brazos, donde el rubio no pudo evitar soltar un muy fuerte sollozo. Los tres amigos aceptaron hablar un poco, aprovechando que ambas chicas no se encontraban lo suficientemente cerca para escuchar.

- No tienes que hacerlo - musitó Ash
- No, no lo hagas, Luke ibas a terminar con ella, ¿cómo rayos crees que vivir en la misma casa solucionará algo? Es mas, creo que es posible que terminen matándose - el rubio esbozó una pequeña sonrisa y luego caminó hacia el estudio con ambos chicos pisándole los talones.

- No se me ocurre nada mejor, es bastante conveniente - Calum inició a negar frenéticamente
- Te va a lastimar...
- Mike ya lo ha hecho - una extraña mueca se posó en el rostro de sus dos amigos, mientras el rubio trataba de no alterarse de nuevo - Estaré bien, les llamaré.

- No quisiera que terminaras más herido - prosiguió el rizado - ¿Por qué mejor no regresas a tu casa?
- Daría sospechas, todos se preguntarían que cosa me hizo regresar, no puedo ser sincero, Hank nos lo han dejado muy en claro - Cal soltó un bufido
- Tampoco debería ser una opción mudarte con alguien que ni se preocupa por ti
- Si se preo...
- ¡Oh, por favor! - exclamaron ambos chicos, Luke solo giró los ojos.

- Simplemente no puedo estar aquí, verlo todos los días...solo - suspiró - no puedo, como tampoco puedo deshacer las cosas que le dije...es mejor así, si ambos estamos apartados quizá podamos curar nuestros corazones antes de tener que volver al estudio - Calum estiró una mano hasta la mejilla del menor, limpiando las lágrimas que ni siquiera había sentido caer - Michael necesitará de alguien...lo sé, las cosas están muy jodidas ahora y creo que realmente no deberían dejarlo solo.

Una pequeña sonrisa se posó por los labios de sus dos amigos, como si su último comentario les hubiera dado alguna clase de esperanza, pero Luke no quería sentirla, no deseaba sentirse esperanzado de tener lo que más anhelaba, no necesitaba de falsas ilusiones que lo hicieran sufrir solamente. El moreno terminó tirando de la mejilla al menor, envolviéndolo en un abrazo donde le susurró que lo harían, que cuidarían de Mike mientras él no estuviera ahí. Claro que Luke trató de no decirle sobre su poca planificación y sus nulas ideas de si volvería a su hogar. Hogar. Esa palabra se había vuelto tan común en su boca, tan cómoda y reconfortante...y ahora solo se sentía vacía. ¿Cómo podría volver a su hogar si lo único que le daba sentido a esa palabra era Michael?

Ashton no tardó mucho en unirse a el par, pasando sus brazos por sobre los hombros de ambos y alcanzando a escuchar las últimas palabras del pelinegro, sin estar del todo de acuerdo, pero no lo diría, no haría más obvio el coraje que sentía contra el teñido. Pues nadie, ninguna otra persona había observado a Luke romperse en dos ocasiones seguidas, donde creía que nadie más podía verlo, cuando se permitió sacarlo todo porque no había quien lo juzgara. Ash nunca podría haberlo juzgado por algo así, y no podía desear nada más que abrazar al chico hasta asegurarse que estaría bien, es por eso que odiaba tanto que fuera su decisión mudarse lejos de ellos.

- Estaré bien - dijo una vez más al separarse de ellos
- Mantenme al tanto de todo - susurró el más grande, Cal solo asintió
- Lo haré - musitó mientras abría la puerta, cargando con 2 estuches de guitarras.

Al regresar a la sala de estar retomó sus maletas y comenzo a caminar mientras la morena se colgaba de su brazo. Luke hizo notar su disgusto ladeándose ante el peso, fue Calum quien le dijo a la chica que si no quería que su novio quedara chueco lo debería soltar, ella lo hizo casi de inmediato. En el segundo en el que el rubio estaba por salir de la puerta escuchó como una se abría a su espalda, realmente intentó no voltear, pero fue imposible, deseaba verlo una vez más.

Waste The Night - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora