16. Aunque me odies

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Michael terminó durmiendo en la casa de Luke esa noche. Aunque ya habían encontrado un buen departamento, ya era demasiado tarde para que el rubio hiciera maletas, si fuera un poco más como Mike, aún tendría la mitad de alguna de sus valijas de hace una semana, lista para partir. Pero el caso no era ese.

Liz le ofreció a Mike la habitación de Ben, pero fue Luke quien rechazó la oferta, diciendo que verían películas y jugarían videojuegos hasta tarde, y preferían "no molestar" encerrándose en la habitación del rubio. Su madre no se creyó aquello del todo, pero no objetó demasiado y los dejó ir.

Ahora Michael se encontraba sentado en la cama entre las piernas de Luke, con el control en las manos y la cabeza recargada en el pecho de su amigo. Ambos jugando uno de los nuevos videojuegos que el menor había obtenido al regresar a casa, éste resultaba ser un regalo de cumpleaños de parte de su hermano, Jack. A mitad del juego el rubio ya había confesado que esperaba que su hermano solo le diera condones, así que estaba alegremente impresionado. Idea que terminó vagando por un rato en la cabeza de Mike, se preguntó si en la mesita de noche que yacía junto a la cama, el rubio guardaría algún pequeño sobre, y si así era, si alguna vez él sería capaz de compartirlo consigo.

El teñido negó un par de veces, tratando ahuyentar las ideas que en su mente se empezaban a observar bien, y que en su pantalón se sentían demasiado. Ignoró su boca seca y los fuertes latidos que su corazón comenzó a producir cada vez con más rapidez. Lo ignoró todo, porque sabía que no debía estar pensando en ello, porque creía firmemente que eran ideas maravillosamente erróneas, porque necesitaba sacar al rubio de su cabeza.

Entonces, como si eso hubiera deseado, su cabeza trajo de vuelta las imágenes de Luke con Arzaylea, las peleas a causa de aquella, los gritos, la dulce voz de su rubia novia a la que se obligaba a querer...para finalmente, regresar las imágenes de hace una semana donde Calum besaba al chico que a él le gustaba. Mike no pudo evitar levantarse con prisa de la cama cuando los recuerdos de aquella noche volvieron como flashazos a su cabeza. Luke, aún sentado, solo lo observaba con curiosidad.

- ¿Todo bien?
- No puedo mudarme contigo - dijo de repente provocando la completa expresión de sorpresa en el rostro de su amigo
- ¿Q-qué? - cuestionó, segundos después ya se encontraba hincado a la orilla de la cama con sus confundidos ojos azules mirando a Mike - ¿Qué estás...de qué...Mike, por qué?

~ Porque me gustas ~ pudo haber dicho eso, pudo sincerarse de mil formas distintas, pudo decirle que lo quería como a nadie, que le dolía la imagen de verlo con Cal, que había odiado a Arzaylea desde antes de conocerla...pudo haberlo dicho todo, pero en su lugar guardó silencio y negó frenéticamente.

Una vez sintió las lágrimas acumularse decidió salir al baño, estaba harto de llorar frente a Luke, se había cansado de que éste fuera el único que llegaba justo en sus momentos de quiebre...o fuera el que los ocasionaba.

Cerró la puerta y se dejó caer en la bañera, juntando sus piernas a su pecho y encerrando su cabeza entre los brazos, solo entonces dejó que las lágrimas cayeran mojando todo a su alcance. No pasó mucho tiempo para que el teñido sintiera a alguien sentarse frente a él en el espacio restante de la tina. Levantó su mirada sabiendo quien era, pero con una duda irradiando sus verdes ojos.

- ¿Cómo...?
- No cerraste la puerta que da a mi habitación - musitó mientras Michael se daba un golpe mental. Tantos años visitando a su amigo y había olvidado que el baño tenía dos entradas. Cerró los ojos y volvió a cubrir su cabeza con sus brazos, mientras unos más largos se encargaban de arrastrarlo hasta el pecho del menor y aprisionarlo por un rato.

- ¿Qué sucede, Mikey?
- Ha sido un día duro - respondió aún hecho un ovillo - y-yo lo siento, solo no puedo
- ¿No puedes mudarte conmigo? - él asintió, aunque no estaba seguro si Luke lo había sentido - ¿Pero por qué, Mike?
- Porque tú... - inició, zafándose del improvisado abrazo - tú...
- ¿Yo?

Waste The Night - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora