Waste The Night - Muke

36. Si me he torcido, no fue tu culpa

- A veces me dan miedo las cosas en las que piensas - decía Luke, sentado en la orilla de la cama del mayor con él a su lado, mientras aún mataban tiempo con una larga (y bastante torpe) ronda de preguntas y respuestas. Éstas empezaban a volverse extrañamente comunes entre ellos 2, pues se preguntaban cualquier cosa...literalmente lo que fuera.

- Muy bien, es mi turno - rio Michael, viendo como la sonrisa de su rubio amigo se extendía bajo sus mejillas sonrojadas - y yo quiero saber si piensas algún día hacer pública tu bisexualidad - y esa era una muy grande pregunta, una que no solo él se había estado preguntando a sí mismo, sino los 4 chicos frente a sus reflejos. Luke tragó antes de tirar inquieto del aro en su labio, y bajó la mirada para después negar.

- Créeme, quisiera - admitió, sintiendo su pecho apretarse - Pero, creo que no deberíamos...Cal y Ash lo necesitan más, y...que yo llegue y pida autorización para decirlo... - suspiró, Mike había pensado exactamente lo mismo - De por si es difícil que ellos se abran paso como pareja en esto, encima estoy seguro de que nuestros representantes no amarán la idea de una pareja homosexual dentro de la banda...que yo diga que también lo soy solo causaría más problemas.

Michael asintió, le gustaba ver que ambos pensaban de manera similar, incluso cuando la situación estaba completamente jodida. "Nunca podrás ser realmente feliz" se decía a sí mismo antes de caer en su cama y envolver sus brazos al rededor de su rubio amigo "Incluso teniéndolo nunca podrás realmente tenerlo...no frente al resto del mundo, no será tu mano la que tome la suya al caminar en la calle, ni tus labios los que él bese en una ida al parque, no serás tú a quien él presuma y alardee."

Conocía sus inseguridades, había vivido con ellas toda su vida, y sabía exactamente cuando era que golpeaban más fuerte. Pero, ver a Luke sufriendo lo mismo no hacía más que atacar su corazón y hacerle caer en la necesidad de tenerlo entre sus brazos. Que fue exactamente lo que hizo.

Tomó al menor por los hombros y enredó sus brazos alrededor suyo, no tardando en sentir sus suaves manos colocarse en su cintura, pasando sus largos dedos con cuidado, haciendo de toda esta mierda algo mucho mejor.

La puerta se abrió unos minutos después, haciendo que el par se separara para ver a Calum de pie frente a ellos. Sonrisa nerviosa sobre sus labios, un par de manos temblando y quizá unas pequeñas manchas bajo sus ojos, su amigo era una completa bola de nervios.

- ¿Qué dicen? - inquirió, dando una vuelta, ambos asintieron con pequeñas sonrisas de lado
- Te ves bien - inició Luke, antes de levantarse de su cama y tocar el primer boton de la camisa azul oscuro del moreno, indicándole que debía quitarlo. Lo hizo, bajo la mirada de sus dos amigos.

- ¿Están listos? - cuestionó, viendo al par con sus preocupados ojos, el menor pudo sentir el miedo recorrerlo de tan solo mirarlos
- Lo estamos - respondió Mike, poniéndose de pie y sacando a sus amigos para poder cerrar tras de sí. Una vez afuera fue que vieron que Calum no era el único con los nervios expuestos, Ashton estaba incluso peor.

- ¿Qué se supone que tengo que decir? - inquirió cuando notó la presencia del resto - ¡Madre, Harry, Lauren...soy jodidamente bisexual!
- Creo que el termino "jodidamente" no es el indicado - susurró Mike al ver al pelinegro morder su labio.

- Solo estoy nervioso, ¿de acuerdo? - los chicos asintieron, manteniéndose en silencio para no aumentar los nervios con preguntas tontas que, sabían saldrían de sus bocas - ¿Qué harás tú? - inquirió en dirección a Calum, quien solo se encogió de hombros.

El plan era éste. Calum y Ash querían hablar con sus familias, y tratar de introducir al otro como su novio, pero para eso primero necesitaban aclarar frente a ellos sus preferencias sexuales. Por lo que organizaron una comida en un gran restaurante con sus padres y hermanos, incluyendo a los familiares de Luke y Mike, a quienes llevaban por apoyo emocional, pues no tenían ni idea de las reacciones que podrían obtener, y preferían no imaginarlas.