0.3 ~ Toda secreto sale a la luz

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- ¡Te lo dije! - exclamó Calum, tirando de la manga del rizado repetidamente, causando que Ashton quedara un poco más cerca suyo, con su nariz casi rozando su cuello
- ¡No están haciendo nada, Cal!
- Se están susurrando al oído
- Siempre lo han hecho - masculló girando los ojos, recibiendo un bufido de parte del menor.

El par había estado siguiendo a Luke y Mike desde hace un par de días, y hasta ahora Calum no lograba descifrar que era lo que ambos les estaban escondiendo. Ashton, a diferencia, creía que Cal estaba demasiado aburrido, tanto así que ya empezaba a buscar un misterio que resolver. Aun así, nunca dejó de seguirlo a todos lados cada que el moreno pensaba tenía una "pista".

- Sus manos - prosiguió el pelinegro cuando los vio entrelazar sus dedos. Ash estuvo a punto de decir que era algo normal entre ellos hasta que Mike las acercó a sus labios, dejando un suave beso sobre éstas, mientras mantenían los ojos en los del otro. Calum se giró viendo con una ceja alzada a su amigo, quien le regresó la misma mirada intrigada. Había una extraña vibra en eso y la cosa empeoró cuando Michael se levantó para poder sentarse en el regazo del rubio, provocando que el otro par de amigos empezaran a abrir más los ojos.

- Calum, ¿crees que ellos...?
- De ninguna manera... - pero sus palabras quedaron en el aire cuando Mike tiró de las mejillas de menor, uniéndose en un beso, el cual era interrumpido por las claras risas de ambos - ¡Oh, mierda!
- Shhh - susurró contra su oído. Los ojos del moreno se abrieron incluso más cuando sintió la mano de Ash colocarse sobre su boca, pegándolo a su cuerpo también.

Ashton ni siquiera se dio cuenta de que Cal se había sonrojado, pues sus ojos seguían completamente fijos en su par de amigos que, ahora tenían sus manos recorriendo el cuerpo del otro.

Mientras tanto, Luke y Mike habían empezado a subir la intensidad de aquel beso. La noche anterior el mayor había recibido una llamada de su madre que lo había dejado con inmenso sentimiento de nostalgia, cuestión que hizo que Luke le prometiera hacer lo que se necesitara para que se sintiera mejor. Obviamente Michael no perdió la oportunidad y le pidió que lo besara, y ahora cada vez que el rubio notaba aquella triste mirada en los ojos verdes, se acercaba hasta entrelazar sus manos, esperando que el mayor diera el primer paso.

Decir que a Mike le fascinaba besar al menor era quedarse cortos, pues últimamente no parecía haber otra cosa que lograra subirle tanto el ánimo. Sabía que debía tener cuidado, pues el chico se estaba robado su corazón sin siquiera saberlo, y podía muy fácilmente romperlo de la misma manera. Aun así, cada vez que sus labios se encontraban, borraban por completo las ideas de futuras consecuencias, era como entrar a un nuevo mundo, uno donde ambos se sentían bien, queridos y escuchados.

El mayor colocó una mano en la nuca de Luke mientras empujaba su cuerpo contra el colchón, sintiendo las torpes sonrisas de ambos hacerse presentes en sus labios, al igual que los dedos de su amigo recorrer su columna, provocando que se retorciera un poco.

Pero, seguir los instintos no siempre ha sido bueno, pues Mike empezó a sentir aquella necesidad en su entrepierna, moviéndose lentamente contra la del menor, quien esperaba que entrara en pánico, pero por suerte lo único que hizo fue romper el beso, mirándolo directamente a los ojos, casi como esperando que se explicara.

- Por favor - musitó, viendo aquellos ojos azules recorrer su cuerpo, insertando un estado de nerviosismo que no sabía podía tener
- ¿Qué quieres que haga? - Mike negó lentamente, pues no tenía ni idea de que era lo que quería, solo sabía que necesitaba de Luke de una manera en la que nunca antes lo había hecho - Sin romper las reglas, Mikey - el chico asintió frenéticamente, robándole otra sonrisa al menor, quien no se demoró en atraerlo por las mejillas una vez más, uniéndose en un beso mucho más intenso que el anterior.

Waste The Night - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora