26. Si te quedas conmigo

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Luke despertó entre los brazos del mayor, debía admitirlo, poder hacerlo se había vuelto una de sus cosas favoritas en la vida. Después de las pesadillas constantes del chico, hace ya unos cuantos días, el sentir a Mike tan tranquilo a sus espaldas lo hizo llenarse de un extraño sentimiento reconfortante, sentía que había solucionado los problemas de sueño del mayor. Se removió un poco en la cama, tratando de no despertar al chico a su lado, pero falló en el momento en el que puso una pierna fuera de la cama.

- ¿A dónde vas? - murmuró un adormilado Michael, el rubio no pudo evitar sonreír
- Pensaba buscar algo para desayunar ¿quieres algo?
- ¿Estás en el menú? - inquirió frotando sus ojos, Luke lo golpeó con una almohada - ¡Auch!
- No, Mike, hablo de comida en serio
- Cereal estaría bien
- No hay cereal - el mayor abrió los ojos molesto, frunciendo el ceño
- ¿Y qué hay?
- No estoy muy seguro - murmuró jugando con sus dedos.

Michael se acomodó en la cama, colocando una almohada en su espalda para poder sentarse más cómodo. Luke sonrió ante las expresiones de cansancio que el chico hacía, mientras se levantaba por completo de la cama.

- Muy bien, soprendeme entonces - murmuró
- Quizá podamos ir a desayunar
- No - se quejó de inmediato - ¿Podemos quedarnos aquí todo el día? - el rubio frunció el ceño - Me refiero, en la cama, sin hacer nada, Lu, solo los dos...¿Podemos simplemente quedarnos a pasar el rato?

Luke sintió de nuevo aquella sensación revolverle el estómago, quizá hace unos días habría culpado al hambre que sentía, pero ahora estaba seguro que no era eso, ahora confiaba plenamente en el estúpido sentimiento que se estaba adueñando de él cada que estaba cerca del Michael, o incluso con tan solo pensarlo. Sonrió ante el chico y asintió, antes de acercarse y dejarle un pequeño beso en la frente.

- Buscaré algo para comer, podemos ver películas mientras desayunamos...si quieres - el mayor asintió
- No te tardes.

Y la intención de Luke realmente no era tardarse, pero literalmente no tenían nada en la cocina más que envases con una cantidad mínima de comida. El rubio fruncio el ceño después de sacar todo lo que podía servir y percatarse de que no tenía ni idea de que hacer con ello, sin contar con la extrema regla de prohibición que Michael le tenía sobre acercarse al horno.

Regresó al cuarto con las manos vacías, para encontrarse con su ahora algo desteñido amigo tratando de ponerse una sudadera. Luke aprovechó los pocos segundos que tuvo para ver aquellas marcas sobre su abdomen, no tan rojas como cuando las dejó, pero aún llamativas sobre la pálida piel del chico. Mike carraspeó cuando se topó con los azules ojos viéndolo por completo, no pudiendo evitar el ligero sonrojo en sus mejillas.

- ¿Está todo bien? - murmuró, pasando su mano por su cabello, sin saber realmente a donde mirar, pues Luke parecía no querer quitarle los ojos de encima
- N-no hay nada para comer
- ¿No hay ni palomitas? - el rubio negó lentamente, aún sujetándose del marco de la puerta - ¿Alguna pizza congelada? - otra negación - ¡Mierda! Realmente no quiero salir.

Luke terminó por soltarse de la puerta para caminar hasta llegar justo frente a su amigo, el cual se había dejado caer de vuelta a la cama. Estiró su mano para quitar el mechón que caía sobre los ojos del chico, el cual los cerró ante el tacto, soltando un casi inaudible suspiro. La mano del rubio se deslizó por su mejilla dejando suaves caricias hasta su quijada, para después tocar con el pulgar los entreabiertos labios del chico.

- Lukey... - susurró, su labio inferior había empezado a temblar. El menor lo tomó entre sus dedos, haciendo que el desteñido abriera lentamente los ojos
- ¿Puedo besarte? - inquirió, Michael en su lugar tiró de las caderas del rubio, causando que éste quedara sentado sobre su regazo, sin despegar la mano de su cara y deslizando la otra sobre la sudadera. Mike volvió a cerrar los ojos cuando sus narices comenzaron a rozarse y sus respiraciones a hacer cosquillas en la mejilla del otro
- Por favor - musitó subiendo sus manos a la cintura del menor.

Waste The Night - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora