Waste The Night - Muke

40. Nada está en nuestras manos

Si le preguntaran a Michael, Luke, Ashton y Calum cual sería el día que borrarían de sus vidas, los 4 dirían que el 9 de octubre del 2017. Porque sabían a la perfección que fue el día en que todo empezó a derrumbarse, que por una decisión que no les correspondía casi se pierden a ellos mismos...y a aquel a quien más querían.

El sonido de una alarma hizo que Luke abriera los ojos, teniendo que empujar un poco al chico de cabello azul para alcanzarla, abriendo los ojos grandes al percatarse de que no era una simple alarma, sino su representante llamando a las exactas 8 de la mañana.

- ¡Luke! - exclamó aquel hombre contra su oído, haciendo que tuviera que apartarlo un poco de sí, a la vez que hacía una mueca ante el fuerte sonido - Me alegra que contestaras, estuve llenando el buzón de voz de Ashton, pero no hay señal de él - por supuesto que no tendría señal del rizado, había pasado toda la noche cantando y haciendo cócteles junto a Calum en la sala de estar, era poco probable que el par fuera consciente de donde estaban sus celulares.

- Si... - respondió, tallando sus ojos con la mano que tenía libre - ¿Qué se te ofrece Hank?
- ¿Me estás engañando? - cuestionó con su somnolienta voz el chico a quien tenía abrazado, levantando la cabeza de su pecho y viéndolo con el ceño fruncido. Luke abrió la boca sorprendido, buscando las palabras para decirle que se callara, pero la expresión de molestia en el rostro del teñido solo lo hacía sentirse completamente perdido.

- ¿Ese fue Michael? - inquirió Hank al teléfono, haciendo que el rubio cerrara los ojos con fuerza y asintiera, incluso cuando sabía que no podía verlo. Su error, pues Mike lo había tomado como respuesta a su pregunta, golpeando con fuerza su abdomen antes de removerse para quedar sentado lejos de él. El menor literalmente soltó el celular y se lanzó sobre el chico, quien ahora tenía el rostro pintado de rojo. Colocó su mano sobre su boca antes de susurrar a su oído que guardara silencio.

Mike intentó zafarse del rubio, pero éste había enredado sus piernas en su torso, mientras con su mano restante trataba de tomar el celular una vez más. Logró tomarlo en el segundo exacto que Mike mordió su mano, haciendo que ambos soltaran un pequeño grito adisgusto, hasta que Luke le puso el celular enfrente al mayor, viendo como sus cejas se alzaban y su rostro volvía a colorarse.

- Lo siento - murmuró Michael cabizbajo, escuchando a lo lejos como Hank seguía hablando solo
- ¿Luke?...Luke, ¡Luke! - gritó su representante, haciendo que el rubio rápido acercara su celular de nuevo a su oído - ¿Estás escuchándome?
- Si...yo, lo siento - suspiró
- ¿Está todo bien?
- Si, nosotros...estamos bien, solo algo cansados, ¿de acuerdo? ¿Puedes decirme que pasó?

El menor estiró su mano hasta la mejilla de Mike, obligando al chico a que elevara la mirada, encontrándose con su par de ojos verdes cristalizados. No era una buena mañana. ¿Quizá un mal sueño? Hace mucho que Michael no tenía uno de esos...

- ¿Pueden? - inquirió su representante, haciendo a Luke parpadear un par de veces, se había perdido por completo en los ojos del teñido
- ¿Puede ser más tarde? - el rubio alzó una ceja al notar como Mike si había puesto atención - No lo sé, quizá ¿después de la comida? - continuó, dejando pequeños besos en la palma del menor que, aún acariciaba su mejilla.

- A las 12 más tardar - respondió Hank, haciendo que el par girara los ojos
- ¿Es realmente importante? - cuestionó Luke, acomodando sus piernas alrededor de Mike, para poder sentarse más cómodo - Me refiero, ¿tenemos que ir todos? Porque es muy posible que Cal y Ash amanezcan con resaca.

Se escuchó una pequeña risita, proveniente del mayor, a quien los ojos ya no se veían tan tristes como cuando los abrió por primera vez esa mañana. Luke no pudo evitar sonreír al verlo, deslizando su mano hasta la nuca del teñido, tratando de tenerlo más cerca.