HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER FOUR: WILL THE WISE I

Part one: The beginning of a friendship

Grace se acercó corriendo al niño. El cuerpo del niño se sacudía por pequeños espasmos mientras su boca estaba abierta por completo y su mirada, perdida, puesta en el cielo. De golpe, cerró la boca y pudo ver como sus ojos se ponían en blanco antes de cerrarlos. Grace se preocupó de inmediato pues nunca había visto algo parecido. Dudaba que se tratase de un simple ataque de pánico o ansiedad y, de todos modos, ella no habría podido ayudarle porque no siempre era capaz de controlar los suyos.

-Oye, oye. -le llamó con cuidado, poniendo las manos sobre sus hombros. El niño parecía ponerse pálido por momentos y Grace cada vez estaba más asustada.

-¿¡Will!? -oyó que gritaban a lo lejos. Grace se giró para ver a dos de los críos allí, uno de ellos el alto y el otro el negro.

-¡Buscad ayuda! -les gritó de vuelta, haciéndose a un lado para que viese al niño. El alto corrió hasta donde ella y Will estaban y el otro asintió y volvió corriendo tras sus pasos- Vale, bien. No pasa nada, ¿sí? Te llamas Will, ¿verdad? Yo soy Grace, ¿vale? Vamos a intentar respirar con normalidad, Will. Puedes conseguirlo, ¿vale? Pronto vendrán a ayudarte.

-Está teniendo un episodio, creo. -le explicó el niño, igual de preocupado que ella.

-¿Un episodio de qué? ¿Epilepsia?

-¡Will! -ambos se giraron a escuchar el grito de una mujer. Los niños corrían detrás de una mujer de unos cuarenta años. Grace pudo apreciar como la mujer, a medida que se acercaba a Will, se asustaba igual que ellos. La mujer la hizo a un lado y se puso ella frente a Will.

-Le he encontrado así. -le explicó la mayor de las pelirrojas- Él dice que le está dando un episodio.

-Mike.

-Pues Mike cree que le está dando un episodio.

-Will. ¡Will! -le llamó la mujer desesperada. Max abrazó a Grace por la cintura, preocupada y confundida por toda la situación y Grace la abrazó más a ella- Cariño, necesito que despiertes. Soy yo. ¡Soy mamá! ¡Will! ¡Will despierta! -pero nada ocurría pese a las súplicas de la mujer y Will seguía moviéndose entre espasmos- ¡Will, despierta! Por favor, despierta. ¡Soy mamá! ¡Despierta!

Antes de que pudiesen procesar lo que estaba pasando, Will abrió los ojos de golpe y los miró a todos, con el semblante tranquilo y tan fresco como si no hubiese ocurrido nada.

-¿Mamá? -preguntó confundido cuando reparó en la mujer que le agarraba de los hombros. La mujer suspiró aliviada y le abrazó enseguida.

-Oh, Will, mi niño. -Grace se moría de ganas de saber que mierdas había pasado. Miró a los tres niños que parecían igual de aliviados que la mujer y después a Max que estaba igual de confundida- Ya ha pasado. Estás bien. Es lo que importa. Vámonos a casa. -la mujer se separó, pero le abrazó por los hombros. Se fijó en la adolescente y le dio una pequeña sonrisa- Gracias. No nos conocemos, ¿no?

-No es nada. -Grace movió su mano, restando importancia- Me alegro de que ya esté... Tranquilo. Y no. Mm... Ella es Max, es su amiga, y yo soy Grace. Somos nuevas en Hawkins.

-Bien. Soy Joyce, encantada. -la mujer asintió y empezó a caminar de nuevo hacia el interior del edificio.

Los cuatro niños se miraron y comenzaron a andar de nuevo hacia el edificio también. Las Mayfield fruncieron el ceño, pero les siguieron, sin querer quedarse atrás. Ambas hermanas se morían de la curiosidad y querían preguntarles hasta conseguir la verdad, pero lo que acababa de ocurrir todavía estaba muy presente y hacía que el ambiente estuviese tenso y fuese muy incómodo.