Part one: A song that reminds me of you
Habían decidido, de nuevo, pasar la noche en el sótano de los Wheeler. El grupo todavía seguía conmocionado por lo que había pasado, y trataban a Max con especial cuidado, como si cualquier movimiento brusco fuese a atraer a Vecna de nuevo. Le habían prohibido quitarse los auriculares porque si la música era lo único que la podía salvar de Vecna, Max no iba a dejar de escuchar a Kate Bush.
Robin y Nancy les habían contado todo lo que habían conseguido sacar de su visita a Víctor Creel, pero nada útil para encontrar o destruir a Vecna. Grace todavía tenía aquella mosca detrás de la oreja, y les preguntó si había dicho algo sobre sus hijos. Pero Henry Creel, a través del recuerdo de su padre, era solo un niño sensible que fue el primero en notar que algo pasaba. Aquello no hizo que la mosca le dejase de rondar tras la oreja. Podía ser que Henry fuese una víctima más como Will y Billy, pero ¿cómo le había poseído? ¿Por qué Henry? ¿Por eso no destrozó a Henry?
Pero Grace tenía cosas más importantes en las que pensar. No se había separado de Max ni un segundo, temiendo que si la perdía de vista durante mucho tiempo desapareciese para siempre. Le habían dejado a Max el sofá para dormir cómoda, y Grace se había sentado haciendo que Max usase sus piernas como almohada y le había acariciado la cabeza hasta que se quedó dormida.
Recordaba con horror los ojos de Max, sin vida. Había estado a punto de perder a otro hermano por culpa del Upside Down y no había podido hacer nada por evitarlo. Empezó a sentirse culpable porque si se hubiese quedado, tal vez hubiese descubierto algo o tal vez hubiese retrasado el ataque de Vecna. Grace se había pasado la vida siendo la protectora de Max y ahora sentía que había fracasado de la peor manera. Pero aquello también creo una motivación para acabar con Vecna más fuerte de la que tenía. Vecna atacaba a aquellos que estaban bajos de ánimos porque eran una presa fácil, pero Grace no dudaba que pudiese meterse en la mente de cualquiera. Y eso la aterraba hasta tal punto que hacía que tuviese la ansiedad disparada. Pero también pensaba que podría salir algo bueno de que Vecna la atrapase. Max les había contado que había acabado en un lugar que Vecna no quería que viese, un lugar extraño con unas escaleras y unas enredaderas. Si Vecna no quería que Max viese ese lugar, tenía que ser porque era el punto donde Vecna era vulnerable y, si Grace resultaba atrapada, podría intentar matarlo en aquel lugar.
Pero el pánico y la ansiedad de la tarde no le había desaparecido en ningún momento, sino que iba a aumentando sin que ella fuese capaz de pararlo. Le temblaban las manos, sudaba como un cerdo, su estómago parecía estar en medio de un huracán y su cabeza le iba a explotar. Con cuidado, movió a Max y se levantó del sofá. Avisó a Lucas, que estaba de guardia, de que iba a fumar y se fue al interior del Camaro.
Steve se había dormido pensando en las diferentes maneras que tenía para proteger al grupo. Estaba agotado de aquellos días y pensó que se merecía dormir un par de horas, pero no lo hizo hasta que se dio cuenta de que la mejor manera de protegerlos era conocer la canción favorita de cada uno. Iría a grabar unas cintas con esas canciones y la llevaría siempre encima por si Vecna volvía a aparecer. Pero no se quedaría tranquilo hasta que esa cosa muriese y, con un poco de suerte, cerrasen los portales para siempre. Dios, cogería a Grace y se marcharía de Hawkins para siempre. También se había dormido dándole vueltas a la manera en que se disculparía con Grace por esas horribles palabras y esperando seguir teniendo una oportunidad para recuperarla. Porque si de algo se había dado cuenta es que no quería morir estando distanciado de Grace.
Se incorporó antes de acabar de abrir por completo los ojos cuando una mano le tocó el hombro. Miró a su alrededor y, entre las sombras, distinguió la cara de Lucas. Rápidamente, miró hacia donde estaban las Mayfield, viendo que solo Max dormía en el sofá.
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HEART OF GOLD ;; Steve Harrington
Fiksi PenggemarGrace Mayfield no tenía muchas esperanzas en el pueblo de Hawkins, Indiana. Lo único que esperaba de aquel lugar era que fuese tranquilo. Steve Harrington creía que todo había acabado ya y podría volver a tener una vida normal. Con Nancy a su lado y...