HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER EIGHT: THE BATTLE OF STARCOURT III

Part three: This is American Idol or a death situation?

A Steve le pitaban los oídos y sentía ganas de vomitar. Pero todo eso se le fue en el mismo momento en que sus ojos se posaron sobre la pelirroja, quien miraba con preocupación el Camaro igual que el resto del grupo.

-¿Estáis bien? -preguntó enseguida, quitándose el cinturón de seguridad y estando dispuesto a bajar para tomar a Grace entre sus brazos y asegurarse. Pero antes de que alguien pudiese responderle, escucharon un rugido monstruoso. Steve miró hacia el Starcourt con el miedo recorriéndole el cuerpo, cosa que solo incrementó cuando vio al Azota Mentes sobre el techo del centro comercial- Joder, joder.

-¡Grace! -Steve dejó de mirar al monstruo en cuanto oyó el gritó de Lucas. La pelirroja ya no estaba junto al coche de Nancy, sino que había corrido hacia el Camaro- ¡Ve a por ella, rápido! -le ordenó en un tono brusco. Steve no se había fijado en qué momento había sucedido todo tan rápido, pero no podía pararse a pensar aquello. Bajó del Mercedes de un salto y corrió hacia su novia.

-No, no. Espera. -le pidió ella, agachada ligeramente frente a Billy. Había cogido el brazo de Billy y tenía dos dedos sobre su muñeca y había acercado su cabeza a su pecho para comprobar su respiración. A Steve le preocupó aquello porque si Billy despertaba iba a ser el fin para Grace, y le importaba más salvar a Grace que asegurarse de que no había matado a Billy- ¡Para! -gritó en cuanto la cogió de la cintura y la alejó de ahí.

-¡Tenemos prisa! -gritó de vuelta, colgándola de su hombro y corriendo hacia el coche familiar. No tardó mucho en llegar, abrir la puerta y meterlos a los dos- ¡Arranca, arranca! ¡JODER! -Jonathan pisó el acelerador a fondo antes de que Steve pudiese meter su culo del todo, y menos mal que lo hizo porque el monstruo casi los pilla- ¿¡Te has vuelto puto loca!? -le preguntó a su novia mientras se daban a la fuga. Grace gruñó y sacó la pistola de la cinturilla de sus pantalones para comprobar cuantas balas le quedaban. Ambos sabían que no harían nada contra el Azota Mentes, pero mejor estar preparados.

-¡Es mi puto hermano, Steve!

-¡No era el momento! -le gritó Nancy de vuelta, apoyando por completo a Steve- ¡Lo que has hecho es una estupidez! ¡Podrías haberte matado y haber hecho que nos matasen a todos! ¡Tenía un tiro limpio!

-¡Oh, vamos, no me vengas con la maldita moral de mierda! ¡Si hubiese sido Mike tampoco me hubieses dejado disparar! ¡Y necesitaba saber que mi hermano está vivo!

-¡No es momento para que discutáis así que cerrar la puta boca! -les gritó Jonathan a los tres que estaban discutiendo, girándose sobre el asiento del conductor para darles una breve y severa mirada- ¡Parecéis putos principiantes en esta mierda y tenemos al Azota Mentes a punto de cogernos!

-¡Acelera! -le gritó Nancy en respuesta.

-¿¡Te crees que estoy pisando el freno o qué!? -Grace frunció el ceño notando entonces la comodidad que tenían en el coche. Miró a su alrededor y su corazón se paró al ver que faltaban cuatro personas.

-Da la vuelta. -exigió de inmediato, sintiendo como el miedo la inundaba cada vez más- ¡Da la vuelta, Jonathan, joder!

-¿¡Qué!? ¡Ni de puta coña!

-¡Continúan ahí! ¡El, Max, Mike y Astrid! -Grace vio como Jonathan y Nancy intercambiaban una mirada preocupada. Nancy asintió y Jonathan pisó el acelerador- ¿¡Qué mierdas te crees que haces!?

-¡Están a salvo, Grace! -le respondió la castaña. Lucas y Will, desde los asientos traseros, miraban toda la discusión como si fuese un partido de tenis- ¡El Azota Mentes nos persigue a nosotros y Billy estaba inconsciente! ¡Les dará tiempo a escapar!