CHAPTER NINE: THE PIGGYBACK II

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Part two: Happy ever after... Right?


Entonces el motivo por el que se había quedado en su Hawkins se hizo realidad. Escuchó como un coche se acercaba a toda prisa por el final de la calle, como el motor rugía como un dragón enfadado. Aquella calle no estaba transitada nunca, así que solo podía significar peligro. Sin pensarlo dos veces, salió de la casa al mismo momento que el coche se hacía visible por la carretera.

-¡Erica, corre! -le gritó a la pequeña, quien también había visto el coche y ya se apresuraba a salir del parque mientras Grace corría hacia ella. En cuanto el coche frenó, un adolescente con la chaqueta del equipo de básquet se bajó y empezó a perseguir a Erica, con Grace siguiéndole de cerca.

No sabía si había alguien más en el coche, solo sabía que un adolescente furioso estaba persiguiendo a una cría de once años y dispuesto a cualquier cosa y, simplemente, actuó por instinto. El adolescente apresuró su paso y logró a alcanzar a Erica, tirándola al suelo de un placaje.

-¡Suéltame, hijo de puta! -gritó Erica con furia- ¡Grace! -gritó de dolor en cuanto el chaval le agarró con fuerza el brazo y lo puso a su espalda.

-¡Aaaagh! -gritó Grace mientras se lanzaba a placar al adolescente, más alto y más corpulento que ella.

Rodaron a un metro de Erica y Grace acabó encima de él. Horas atrás estaba diciendo que no quería convertirse en alguien violenta, que no quería dejarse llevar por el odio y acabar volviéndose como Billy en el pasado. Pero al ver aquella locura en los ojos del amigo de Jason supo que sin la violencia no iba a solucionar nada, bueno, no iba a poder protegerlas. No lo pensó mucho y golpeó la mejilla del chaval con su puño cerrado. Él chilló de dolor y enfado y le devolvió el puñetazo sin pensarlo mucho. Grace forcejeó con aquel chaval en un intento de atrapar sus manos, pero él la empujó quitándosela de encima. Grace se puso de pie de inmediato, creando una barrera entre Erica y aquel imbécil.

-Erica, vuelve. -ordenó con la respiración acelerada.

-Ella no se va a ninguna parte.

-Grace...

-Vuelve. ¡Ya! -ella podía encargarse de aquel chaval, podría retenerlo más tiempo que Erica. Y el plan era más importante que cualquier otra cosa. Erica asintió y salió corriendo de nuevo a casa de los Creel y, cuando el adolescente quiso seguirla, Grace corrió hacia él obligándole a parar- Si quieres ir tras ella tendrás que pasar por encima de mi cadáver.

-Ja. -se río con superioridad, dándole una mirada de burla- Tú lo has pedido, zorra.

Ella nunca se había enfrentado a una pelea física. Había golpeado y pateado, sí, pero nunca más de un par de golpes antes de que viniese alguien y parase la situación o la otra persona se fuese. Pero una de las cosas que había hecho Billy cuando se enteró de lo que Neil le hacía fue enseñarle a pelear. Billy sabía que si Grace golpeaba a su padre para defenderse, Neil la golpearía más fuerte y sin miedo a las recompensas. Y Grace tendría que aguantar la pelea lo suficiente para que Neil se rindiese o alguien llegase a ayudarla. Así que le enseñó las cosas más básicas de una pelea y las aplicó en aquel momento. Y recibió golpes y la derribó varias veces, pero Grace se levantó todas y cada una de ellas. Y cada vez que golpeaba a aquel chaval sentía que Billy estaba ahí, observando la pelea y gritando "¡golpéale con más fuerza, Gracie, por Max!".

En una de esas, en que la volvió a derribar, se alejó hacia el bosque. No porque hubiese decidido huir, sino porque estaba cansado de pelear con una chica. Se agachó al lado de un árbol para coger una piedra, y en cuanto se giró vio la mano de Grace acercarse rápidamente a su cabeza. No pudo pararla antes de que se apoyase en su frente y le empujase con fuerza hacia el tronco del árbol. Grace se sorprendió que aquello que había visto en las películas funcionase y realmente dejase inconsciente a alguien. Lo miró jadeante unos segundos y, tras asegurarse de que estaba vivo, le escupió la sangre que se acumulaba en su boca y corrió de nuevo hacia la casa de los Creel.

HEART OF GOLD ;; Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora