HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER EIGHT: THE GATE IV

Part four: When I think of happiness, your smile invade my mind

Había pasado un mes de su victoria contra el Azota Mentes y disfrutaban de su nueva vida sin tener que preocuparse por el Upside Down a cada momento.

El laboratorio de Hawkins fue cerrado por el gobierno tras la filtración de una escandalosa cinta donde se admitía la implicación del laboratorio en diferentes sucesos perjudiciales para el medio ambiente y con consecuencias catastróficas como la muerte de Bárbara Holland, quien, por lo que Steve le había contado a Grace, resultaba que era la mejor amiga de Nancy y una de las primeras víctimas del Demogorgon. Después del funeral, Nancy y Jonathan les confesaron a Steve y a Grace su implicación con la cinta filtrada.

Había sido un mes agitado para la población de Hawkins con tanta prensa haciendo preguntas a los ciudadanos de a pie. Grace y Steve aún recordaban el día en que una reportera les paró por la calle.

-¿Qué cómo es Hawkins? -repitió Grace la pregunta de la reportera rubia. Miró a Steve con una sonrisa cómplice- Es bastante aburrida.

-Sí. -asintió el castaño, sonriendo de la misma manera- Aquí nunca pasa nada interesante.

Los Byers celebraban cada día que Will por fin era libre, invitando al grupo de niños casi cada día a su casa para reemplazar los amargos recuerdos de los dos ataques con recuerdos felices de una adolescencia normal. Grace entendió por qué a Max le encantaba estar en casa de los Byers, pues al segundo día que fue a llevar a Max Joyce la trató como si fuera su propia hija, con un cuidado de madre que Grace nunca había tenido.

Aunque Grace amaba a su madre, Susan la había obligado a crecer demasiado rápido y no habían llegado a desarrollar esa conexión y confianza propias de una madre y su hija. Además, Susan no solía defenderlas cuando Neil tenía un día malo y las insultaba a ellas también. La preocupación de Susan por Grace no era tan profunda como la que Joyce mostraba, y Joyce la hacía sentir segura. No era la misma seguridad que le daba Steve, no, era la seguridad que te da una madre cuando tienes una pesadilla y te abraza y sabes que todo va a salir bien. Por eso fue a Joyce a quién Grace le pidió ayuda para solucionar el problema de Neil cuando ella fue incapaz de pararle los pies y volvió a suceder. No podía contárselo ni a Steve ni a Billy porque no sabía cómo hacerlo, pero no pudo evitar derrumbarse en los brazos de la mujer cuando fue a comprar y ella le abrazó a modo de saludo. Joyce la escuchó durante todo el rato que habló, tomándola de la mano y sin interrumpirla. Le limpió las lágrimas con delicadeza y le aseguró que ella lo solucionaría. Grace no supo lo que Joyce hizo exactamente, pero un día Neil apareció con la mano rota y no volvió a acercarse a Grace. La pelirroja supuso que Hopper, por la manera paternal en que le preguntó cómo estaba al día siguiente de aquello, tuvo algo que ver con el "accidente" de Neil.

Billy tampoco era un problema para las hermanas Mayfield. Se mantenía al margen de sus vidas, tal y como había prometido, pero su relación era más cordial y estaba mejorando poco a poco. Casi una semana después de lo ocurrido, mientras Grace fumaba de noche sentada en el porche, Billy se sentó a su lado y tuvieron una pequeña pero significativa conversación.

-¿De verdad me ibas a disparar? -le preguntó él, calmado. Grace, mirando al Camaro azul, negó.

-Directamente a ti no. A la pared para asustarte, sí. ¿Realmente ibas a matar a Steve? -Billy tragó en seco y la miró realmente arrepentido.

-No lo sé. No pienso con claridad cuando me enfado. -confesó, haciendo que Grace le mirase- Mira, sé que soy pura escoria, pero es que... -Billy movió sus manos en el aire, sin saber cómo expresarse. Grace asintió- Me... Vosotras... Me importáis, pero... -soltó un gruñido frustrado y cerró los ojos, golpeando el suelo bajó ellos.