HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER FOUR: DEAR BILLY II

Part two: Fuck you, stupid dark wizard

Grace se había pasado toda la noche despierta, conduciendo de Hawkins a Indiana y viceversa. Había ido primero al registro del ayuntamiento, rompiendo una ventana para colarse. Sacó la información de la construcción de la casa de Víctor Creel sin encontrar ningún dato de interés. Excepto por la tragedia de la familia Creel, en esa casa la gente había vivido feliz y en paz. Ningún signo de actividad paranormal. Pensó que tal vez la casa se había construido en una especie de territorio sagrado, pero como no había ocurrido ninguna tragedia en el siglo y medio que llevaba construida, esa hipótesis se descartó de inmediato. ¿Si el portal no se había abierto en un principio en esa casa por qué Vecna había decidido hacer su debut ahí?

Después fue a la comisaria de Hawkins y, con facilidad, se había hecho con el archivo del caso Creel (no es que el turno de noche de la policía de Hawkins fuese especialmente espabilada) y lo había estado estudiando. No había señales de que forzasen la puerta ni habían encontrado huellas que no perteneciesen a la familia, por eso pensaron que Víctor era el culpable. Pero había algo que no le encajaba. En el informe de la policía ponía que madre e hija se encontraban con los huesos destrozados y los ojos fuera de sus cuencas, pero el hijo menor, Henry, todavía vivía y sin ningún rasguño aparente. ¿Por qué Vecna mató a las mujeres, dejó en coma al niño y dejó vivir al padre? ¿Por qué no matarlos a todos del mismo modo? No podía ser que Vecna fuese misógino porque a Fred lo había matado del mismo modo. El informe del forense decía que Henry había muerto de una hemorragia cerebral causada por un fuerte traumatismo. ¿Pero por qué? Los asesinos en serie no cambian su manera de actuar.

Y después se fue a la biblioteca universitaria de Indiana que abría durante toda la noche. Si decidía creer la versión de Víctor Creel de que Vecna era un demonio, debía informarse sobre aquello para saber cómo combatirlo. Pero en el pueblo conservador de Hawkins no iba a encontrar ese tipo de blasfemia, así que se fue a la sección de teología de la biblioteca universitaria. Encontró cosas interesantes sobre los demonios y los seres del infierno, pero nada de eso encajaba con la manera de actuar de Vecna.

Estuvo toda la noche y parte de la mañana en la biblioteca, y no se fue hasta que revisó todos los libros que hablaban de demonios. Y como aquello no había resultado útil, decidió enfocarlo según Dragones y Mazmorras. Aquella estúpida analogía les había venido de maravilla, tal vez en el manual de personajes encontraría algo de interés sobre como derrotar a Vecna. Sabía que los chicos habían dado muchas de sus cosas del juego a Erica, así que condujo hacia casa de los Sinclair. Apenas se había bajado del coche cuando un chico rubio y con la chaqueta del equipo de baloncesto se paró ante ella, con una sonrisa de falsa galantería que tanto le había visto a Billy.

-Hola. -saludó con una educación que a Grace le pareció excesiva. Le miró alzando una ceja.

-¿Qué quieres? -lo último que necesitaba es que un chaval del instituto le hiciese perder el tiempo.

-Me llamo Jason. No sé si te acordarás de mí, pero soy parte del equipo de baloncesto. Steve y Billy fueron mis capitanes. -la mención de los dos chicos solo la puso de peor humor- ¿Vienes a casa de los Sinclair?

-¿Es que acaso eres su portero?

-No. -se río como si Grace realmente estuviese de broma- Pero si estás buscando a Lucas no está ahí. Creo que está con tu hermana... ¿Max? Es que yo también lo busco.

-¿Jake?

-Jason.

-No me importa. Y a ti tampoco te tendría que importar por qué vengo o dejo de venir a esta casa. -Grace intentó avanzar, pero Jason se movió para impedirle el paso- Mira, escoria, tengo una mala semana. Así que o te apartas o te aparto.