HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER SEVEN: THE MASSACRE AT HAWKINS LAB I

Part one: My jealous hero

El dolor era horrible y respirar era casi imposible. Joder, Steve sabía que esas aventuras podrían acabar con su vida, pero no se imaginaba que fuese así. No se imaginaba que se iba a morir con tanto sufrimiento, sin poder irse en paz, y que su cadáver se fuese a quedar en aquel mundo de pesadillas vivientes.

Pensó en la manera en que se lo explicarían a sus padres. ¿Le cargarían también el muerto a Eddie? ¿Se inventarían que se había escapado a vivir una nueva vida con una identidad nueva? ¿Enterrarían un ataúd vacío o su madre se negaría al funeral con la esperanza de que algún día volvería? Y pensó en Grace, en la pelirroja que hacía latir su corazón. Pensó en como perderlo la volvería a destrozar y más en esa situación. Joder, se arrepentía tanto de no haber aprovechado el tiempo con ella. Tenía todo un futuro planificado a su lado, un futuro que implicaba morir de viejo en alguna fecha no importante, un futuro que implicaba casarse y tener hijos con Grace. Y ahora, por su estupidez de tocar el portal y atraer la atención a él, iba a morir y romperle el corazón a Grace, algo que había jurado que jamás haría.

Y entonces escuchó el chillido monstruoso de uno de esos murciélagos, solo que este era de dolor. El hacha de Grace estaba clavada en el suelo, partiendo ese murciélago del infierno por la mitad. Y ella estaba ahí, como un espejismo divino, jadeando por el esfuerzo, empapada y con unas gotas de sangre negra sobre su rostro. Era su salvadora.

La otra criatura que le mordía paró momentáneamente para mirar a Grace y lanzarle un chillido amenazante, como un gato que se prepara para atacar. Pero Grace, lejos de asustarse, le devolvió un grito lleno de rabia y volvió a alzar el hacha para seguir con el ataque con tan mala suerte de que la cabeza se quedó incrustada en el suelo. Pero tener un palo para defenderse no la iba a detener.

-Ven a por mí, hijo de puta.

El murciélago abrió sus alas y se alzó en el aire, listo para atacarla y fracasando en el intento porque Nancy apareció a su lado y lo golpeó con un remo mandándolo a unos cuantos metros. Miró a ambos lados, viendo también a Eddie y a Robin y solo se sintió agradecida de tenerlos a su lado.

-¡Grace! ¡Nancy! -gritó Robin, quien había corrido a pisar la cola del último murciélago que ahogaba a Steve.

Ambas chicas corrieron y empezaron a apalear al monstruo con fuerza, mientras Grace gritaba que jamás volvería a comprar un hacha rebajada de la gasolinera. Escucharon más chillidos monstruosos a la distancia, pero tenían a Eddie como protector.

-¡Joder! ¡Cabrón! -gritó Eddie mientras lo mandaba lejos de un golpe. Grace se cansó de golpear inútilmente al murciélago y retrocedió para coger la cabeza del hacha y así cortarle la cola- ¡Grace, cuidado! -y fue en ese momento, cuando estaba agachada, que un murciélago aprovechó para atacarla por la espalda y clavarle sus dientes.

-¡Joder, joder! -chilló de dolor y Steve golpeó la pierna de Robin con desesperación para que fuese a salvar a Grace- ¡Salvadle a él! ¡AH! -gritó, pero Robin la ignoró y junto a Eddie se acercó para ayudarla, mientras Nancy seguía intentando matar al murciélago de Steve.

-¡Suéltala, cabronazo de mierda! -chillaba Robin a sus espaldas, tirando de la cola del murciélago sin mucho éxito y mientras Grace intentaba clavarle la cabeza del hacha.

-¡Toma esa! ¡Sí! -chilló Eddie con orgullo cuando golpeó tan fuerte a un murciélago que se acercaba a Robin que lo dejó muerto en el suelo- Mierda. -murmuró cuando lo vio moverse y comprobar que solo le quedaba la mitad de su remo.