HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER SIX: THE DIVE III

Part three: A whole new world

-Entonces, querida G, ¿qué es lo que estarías haciendo si no fuese matar monstruos?

La noche ya había caído sobre ellos mientras seguían a Dustin por el bosque. El grupo intentaba buscar normalidad en cualquier interacción, cualquier conversación les hacía olvidar momentáneamente el horror por el que estaban volviendo a pasar. Grace había estado hablando con Robin y Steve la mayoría del tiempo, pero pensó que sería bueno hablar con Eddie también. Al fin y al cabo, tenían una relación que podría ser de amistad. Si lo había conseguido con Nancy podría hacerlo con Eddie, además con la ventaja de que tenían gustos bastante similares.

-Estaría borracha en algún concierto en la playa. -Eddie río fuerte y alzó su puño para chocarlo.

-Yo en algún concierto en la montaña.

-O jugando a Dragones y Mazmorras borracho.

-Mucha dignidad veo para alguien que haría lo mismo. -ahora fue Grace la que se río- Vale, pregunta seria. ¿Lista? -Grace asintió y Eddie frotó las manos frente a él- ¿Whisky con Coca Cola o vodka con limón?

-¿Hay alguien que elija el vodka? -Eddie alzó el puño víctorioso y empezaron a hablar del poco gusto de la gente bebiendo. A unos cuantos metros detrás de ellos, Steve miraba fijamente la espalda de Eddie.

-¿Intentas asesinarlo con la mirada? -le preguntó Robin con diversión- No tienes motivos para estar celoso.

-No estoy celoso. ¿Por qué tendría que estarlo? Parece que Grace quiere pasar más tiempo con él, igual que Dustin, pero no estoy celoso. -Robin le miró con una ceja alzada y entonces Steve se dio cuenta de lo estúpido que estaba siendo. Suspiró, y se pasó la mano por la cara- Es solo... No quiero perderla otra vez. Y todo lo que la rodea lo veo como una amenaza, como algo que puede hacer que se vaya. Si fuese por mí ni siquiera estaría poniéndose en peligro.

-Eres más idiota de lo que pensaba si crees que cualquier cosa, sobre todo Eddie, va a hacer que Grace se vaya de tu lado.

Robin tenía razón y Steve lo sabía. Había dejado a Grace marcharse porque era lo que había necesitado en ese momento. Se lo había dejado claro cuando le confesó que encontró normalidad en Eddie. Pero también había sido un acto cobarde porque ni siquiera había sido capaz de enviarle la carta que le había escrito para su cumpleaños. Grace necesitaba apoyo y él no había sabido dárselo, pero ahora tenía claro que no iba a cometer el mismo error. Se quedaría a su lado pasase lo que pasase y aprendería cómo ayudarla en cualquier situación. Ya era hora de madurar y dejar ese estúpido juego de adolescente cuando las cosas estaban claras.

-¡Dustin! -llamó en alto Grace cuando Dustin, quien lideraba el grupo, comenzó a correr siendo seguido de Grace y Eddie.

-¿Puedes ir más despacio? -pidió Eddie y todos empezaron a correr tras ellos.

-Creo que nos acercamos. -se justificó el crío de la gorra con una sonrisa triunfante, tan concentrado en presumir de su descubrimiento que si no hubiese sido porque Eddie lo agarró de la sudadera se hubiese caído al lago.

-Ten cuidado, tío.

-Joder. -se quejó Grace al ver donde se encontraban y empezó a reír- El puto Lago Lovers.

-Ya decía yo que me sonaba este camino. De mi huida.

-Estoy confundido. -admitió Dustin mirando su loca brújula.

-¿En el lago está el portal? -preguntó Max con confusión.

-Cuando un Demogorgon atacaba, siempre dejaba una apertura. -recordó Nancy con una pequeña mueca- Puede que con Vecna sea igual.