CHAPTER THREE: THE CASE OF THE MISSING LIFEGUARD I

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Part one: A long, long night

-Vale. -asintió Steve, con el auricular del teléfono de su novia entre su oreja y su hombro porque sus manos estaban ocupadas poniendo la mesa.

-¿Pero se lo vas a decir? -volvió a preguntar Max, al otro lado de la línea. De fondo se escuchaba Material Girl de Madonna- No, no me fío. Que se ponga Grace.

-Por decimoquinta vez, Max. Grace está en la maldita ducha. Soy perfectamente capaz de pasarle el mensaje "me quedo a dormir en casa de El". -Steve rodó los ojos y se puso los guantes del horno.

-Dios, todos los tíos sois iguales.

-Dios, todas las crías sois iguales. -repitió con un tono más agudo para molestarla. Steve pudo escuchar como Max rodaba los ojos- Mira, te dejo. Si no te fías de mi capacidad para acordarme de donde estás, vienes a tu casa y se lo dices tú a Grace.

-Valeee. Pero como se moleste conmigo te echaré la culpa a ti.

-Grace jamás se molesta contigo. Tendría que ser yo el que te amenazase así. -escuchó a Max reírse, con otra risa femenina de fondo- ¿Os estáis riendo de mí, mierdecillas?

-¡No! -gritaron dos voces al mismo tiempo- Bueno, adiós. -se despidió Max antes de colgar. Steve colgó el teléfono y sacó la pizza del horno.

-Odio a estos niños. Tendría que haberlos usado como carnada para los Demo-perros. -murmuraba mientras dejaba la pizza sobre la mesa y buscaba unas tijeras. Dejó de murmurar maldiciones cuando los brazos de Grace rodearon su cintura y notó la cabeza de la pelirroja apoyándose en su espalda. El pelo mojado de Grace le humedeció la camiseta- Hey. -aun con los guantes del horno puestos, Steve apoyó las manos sobre las de Grace- ¿Estás mejor?

-Estoy bien. A ver, estoy preocupada por Billy y ahora por los rusos y por Robin y tengo esta maldita sensación de que algo malo está pasando, pero estoy bien. -Steve se giró y abrazó a Grace, con una mano en su cabeza y la otra en su espalda baja. Ella suspiró y apoyó la frente sobre su pecho- Supongo que quién ha llamado no era mi madre o ya estaría muerta.

-Era Max. Dice que se queda a dormir en casa de El. ¿Las has visto hoy en el centro comercial? -Grace asintió y acarició la espalda de Steve.

-Ajá. Y le he dado treinta dólares a Max para que compre su peso en gominolas o lo que sea. El ha tenido una pelea con Mike y seguro que Max, conociéndola, también se ha molestado con Lucas. Que se quede a dormir con El es lo mejor, ella la puede proteger de los malditos rusos malvados. -Steve besó su cabeza y se separó de ella. Le dio una mirada divertida, en un intento de aligerar la conversación.

-Quién te ha visto y quién te ve, Mayfield. De compatriota de la Madre Rusia a la protegida del Tío Sam. Estoy orgulloso. -ella se rio bajo y fue a sentarse después de coger un cigarro. Steve se sentó frente a ella y no tardó en coger un trozo de pizza- Sabes que soy una mierda dando consejos, pero nos hemos enfrentado a monstruos de otra dimensión. A mí me tranquiliza eso. Digo, no nos tenemos que enfrentar a los rusos directamente, solo descubrir exactamente dónde se esconden y denunciarlos.

-Al menos con los monstruos teníamos la guía de Dragones y Mazmorras. -Grace se encendió el cigarro con una de las velas que Steve había puesto en la mesa y le miró con una sonrisa divertida- Estás hecho todo un romántico, Harrington. -las mejillas de Steve se sonrojaron ligeramente- Quédate a dormir. Quién sabe cuándo volveremos a tener mi habitación a solas.

-Te llevaste la lotería conmigo, Mayfield. Voy a ser todo un héroe americano. -Steve asintió a la petición, encantado con la idea.

-Vamos a ser héroes americanos. -corrigió con cierta diversión- Vigila tu ego porque podré conseguir a Molly Ringwald o Rob Lowe.

HEART OF GOLD ;; Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora