Part one: A long, long night
-Vale. -asintió Steve, con el auricular del teléfono de su novia entre su oreja y su hombro porque sus manos estaban ocupadas poniendo la mesa.
-¿Pero se lo vas a decir? -volvió a preguntar Max, al otro lado de la línea. De fondo se escuchaba Material Girl de Madonna- No, no me fío. Que se ponga Grace.
-Por decimoquinta vez, Max. Grace está en la maldita ducha. Soy perfectamente capaz de pasarle el mensaje "me quedo a dormir en casa de El". -Steve rodó los ojos y se puso los guantes del horno.
-Dios, todos los tíos sois iguales.
-Dios, todas las crías sois iguales. -repitió con un tono más agudo para molestarla. Steve pudo escuchar como Max rodaba los ojos- Mira, te dejo. Si no te fías de mi capacidad para acordarme de donde estás, vienes a tu casa y se lo dices tú a Grace.
-Valeee. Pero como se moleste conmigo te echaré la culpa a ti.
-Grace jamás se molesta contigo. Tendría que ser yo el que te amenazase así. -escuchó a Max reírse, con otra risa femenina de fondo- ¿Os estáis riendo de mí, mierdecillas?
-¡No! -gritaron dos voces al mismo tiempo- Bueno, adiós. -se despidió Max antes de colgar. Steve colgó el teléfono y sacó la pizza del horno.
-Odio a estos niños. Tendría que haberlos usado como carnada para los Demo-perros. -murmuraba mientras dejaba la pizza sobre la mesa y buscaba unas tijeras. Dejó de murmurar maldiciones cuando los brazos de Grace rodearon su cintura y notó la cabeza de la pelirroja apoyándose en su espalda. El pelo mojado de Grace le humedeció la camiseta- Hey. -aun con los guantes del horno puestos, Steve apoyó las manos sobre las de Grace- ¿Estás mejor?
-Estoy bien. A ver, estoy preocupada por Billy y ahora por los rusos y por Robin y tengo esta maldita sensación de que algo malo está pasando, pero estoy bien. -Steve se giró y abrazó a Grace, con una mano en su cabeza y la otra en su espalda baja. Ella suspiró y apoyó la frente sobre su pecho- Supongo que quién ha llamado no era mi madre o ya estaría muerta.
-Era Max. Dice que se queda a dormir en casa de El. ¿Las has visto hoy en el centro comercial? -Grace asintió y acarició la espalda de Steve.
-Ajá. Y le he dado treinta dólares a Max para que compre su peso en gominolas o lo que sea. El ha tenido una pelea con Mike y seguro que Max, conociéndola, también se ha molestado con Lucas. Que se quede a dormir con El es lo mejor, ella la puede proteger de los malditos rusos malvados. -Steve besó su cabeza y se separó de ella. Le dio una mirada divertida, en un intento de aligerar la conversación.
-Quién te ha visto y quién te ve, Mayfield. De compatriota de la Madre Rusia a la protegida del Tío Sam. Estoy orgulloso. -ella se rio bajo y fue a sentarse después de coger un cigarro. Steve se sentó frente a ella y no tardó en coger un trozo de pizza- Sabes que soy una mierda dando consejos, pero nos hemos enfrentado a monstruos de otra dimensión. A mí me tranquiliza eso. Digo, no nos tenemos que enfrentar a los rusos directamente, solo descubrir exactamente dónde se esconden y denunciarlos.
-Al menos con los monstruos teníamos la guía de Dragones y Mazmorras. -Grace se encendió el cigarro con una de las velas que Steve había puesto en la mesa y le miró con una sonrisa divertida- Estás hecho todo un romántico, Harrington. -las mejillas de Steve se sonrojaron ligeramente- Quédate a dormir. Quién sabe cuándo volveremos a tener mi habitación a solas.
-Te llevaste la lotería conmigo, Mayfield. Voy a ser todo un héroe americano. -Steve asintió a la petición, encantado con la idea.
-Vamos a ser héroes americanos. -corrigió con cierta diversión- Vigila tu ego porque podré conseguir a Molly Ringwald o Rob Lowe.
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HEART OF GOLD ;; Steve Harrington
Fiksi PenggemarGrace Mayfield no tenía muchas esperanzas en el pueblo de Hawkins, Indiana. Lo único que esperaba de aquel lugar era que fuese tranquilo. Steve Harrington creía que todo había acabado ya y podría volver a tener una vida normal. Con Nancy a su lado y...