HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER SEVEN: THE MIND FLAYER II

Part two: Maybe we're thirteen, but we make great plans

Grace observaba los dibujos de la pared, suelo, ventanas y muebles que había en casa de los Byers. Realmente sí parecía un túnel o una especie de guarida subterránea. Sea como sea, estaba debajo de Hawkins y podía matarlos en menos de un día.

De fondo escuchaba los gritos de Hopper por el teléfono, era el ruido más alto de toda la casa aunque nadie estaba en silencio. Pero a Grace ya le venía bien que la casa fuera como una estación de metro en hora punta, así le impedía pensar en todo lo que estaba ocurriendo y le era más fácil ignorar su ansiedad. Grace debía ser fuerte y tenía que cuidar, no que la cuidaran.

Steve en mitad de la sala, de brazos cruzados y aun con una mala sensación en el pecho, observaba a Nancy consolar silenciosamente a Jonathan, sentado a la vera de su hermano inconsciente. Estaba más que claro que lo suyo había terminado y no podía evitar sentirse mal, aunque fuese un poco, porque Nancy había sido su primer amor y resulta que ella, en casi un año, no le había querido. Suspiró y miró a Grace, fumando en silencio mientras miraba la pared como si fuese lo más interesante del lugar, y es que en verdad lo era.

Grace era un soplo de aire fresco en su vida. Steve nunca había visto el mar, pero le habían hablado de la brisa marina que te hacía querer correr hacia el mar y fundirte con él. Y así es como sentía a Grace.

-Es guapa, ¿eh? -Steve dejó de mirar a la pelirroja para mirar a su exnovia, sonriendo de lado.

-Más que Jonathan. -le dijo divertido. Nancy sonrió, levemente sonrojada- Nance, oye, quiero disculparme porque fui un capullo el otro día.

-No, Steve, la que debe disculparse soy yo. No he sido sincera con nadie pero especialmente contigo, y lo siento. -Steve asintió, y abrazó a Nancy por los hombros, atrayéndola a él, diciéndole que todo estaba bien entre ellos con aquel simple gesto- Pídele salir. -murmuró la castaña, viendo como Grace se alejaba de la pared para ir a la cocina con los niños.

-Me dirá que no. -contestó Steve, siguiendo a la pelirroja con la mirada. Cuando sus ojos conectaron, ella sonrió y él le devolvió la sonrisa- Además, hay que estar muy desesperado para pedirle a alguien salir en mitad de toda esta... locura.

-Steve, podríamos morir. ¿De verdad quieres morir sin intentarlo? Este no es el Steve Harrington que yo recuerdo. -Steve rodó los ojos divertido y se alejó de Nancy. La castaña le dio una última mirada de ánimo antes de volver con Jonathan y Steve se fue también a la cocina.

-Sí, le acabo de dar número. -decía Hopper al otro lado de la línea- Seis, siete, seis, siete. Me encontrarán aquí. -colgó el teléfono de mala gana y se giró hacia los niños.

-No le han creído, ¿verdad? -preguntó Dustin, el único niño de pie. La resta estaban sentado alrededor de la mesa de la cocina.

-Claro que no. -respondió Grace, con las manos apoyadas en el respaldo de la silla donde su hermana se sentaba- Es una locura.

-Ya veremos si me creen o no. -respondió también Hopper, serio.

-¿Ya veremos? -exclamó Mike, sorprendido y molesto- ¡No podemos quedarnos aquí con esas cosas sueltas!

-Nos vamos a quedar, y vamos a esperar por ayuda. -ordenó Hopper, dejando ver claramente que era el sheriff del pueblo. Grace se preguntó si de joven había sido militar en Vietnam.

-Por fin una idea sensata. -masculló Grace, dándole un pequeño apretón al hombro de su hermana antes de alejarse hacia donde Steve estaba.

-Tú querías entrar en el laboratorio. -repuso Lucas, de mal humor. Grace alzó una ceja y asintió.