HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER FOUR: WILL THE WISE III

Part three: Relationships are tricky

Grace se sentó en el césped del aparcamiento y sacó un pequeño bocadillo de mermelada de fresa de su mochila. Ella le había dicho a Steve que prefería almorzar en el aparcamiento que en la cafetería o en el patio, pues ahí podía fumar tranquila y pensar sin el alboroto de los alumnos. Y Steve le había dicho que iría con ella porque también se estaba cansando de la vida falsa de adolescente popular.

Cruzó sus piernas como indio y sacó uno de los comics de los X-Men que le había cogido a Max. Había sido Duncan el que metió a Max en el mundo de los cómics de superhéroes y su hermana pequeña solo pedía esos comics para cumpleaños o navidades. Así que Grace, curiosa, decidió hojearlos y descubrió que eran realmente buenos. Y los solía coger a veces cuando tenía que esperar algo o a alguien.

Diez minutos más tarde ya se había comido casi todo su bocadillo y se había acabado el cómic, pero Steve no aparecía. Frunció el ceño, confundida. Sí, después de la clase de gimnasia lo había visto un poco raro, pero no le dio importancia pues Steve le dijo que no debía preocuparse. Habían coincidido solo en una clase después, en química, y no habían podido hablar porque a Grace le tocó ponerse de compañera con Robin (una chica majísima).

Grace pensó que tal vez Steve se había dado cuenta de que él merecía una amistad mejor de la que ella podía proporcionar y se sintió mal, realmente mal. No iba a obligar a Steve a ser su amigo si él no quería, pero se sentía desilusionada pues le había parecido que su amistad realmente prometía.

Cuando el timbre sonó, Grace recogió sus cosas y se adentró de nuevo en el edificio. Caminó por los pasillos, donde todos se estaban preparando para sus futuras clases, y fue directa a la taquilla de Steve. Él guardaba sus cosas en la taquilla y estaba demasiado tenso.

-Hey. -le saludó, con una pequeña sonrisa. No iba a obligarle a ser su amigo, pero quería estar segura de que Steve no quería serlo- Te he estado esperando.

-Sí, sí. Lo siento. -se disculpó él distraídamente- Oye, Grace, tengo clase. -cerró la taquilla y sujetó mejor sus libros.

-¿Estás bien? -Steve la miró igual de tenso pero con la mirada algo más relajada. Grace intentó que no se le notaran los nervios que le carcomían por dentro. Steve asintió, mientras las palabras de Billy se repetían en su mente. Grace no parecía de las que arruinan tu vida, pero realmente Billy conocía mejor a Grace que él.

-Voy a volver con Nancy. -le dijo con tono solemne. Grace frunció levemente el ceño porque no entendía por qué eso ponía de mal humor al castaño, pero enseguida sonrió contenta por él.

-Eso es genial. Me alegro mucho. ¿Te ayudo a pensar el plan de reconquista o tus armas de seducción son lo bastante poderosas? -le preguntó divertida, con una mirada pícara. Pero Steve no le devolvió la sonrisa, cosa que la hizo tensarse en su lugar- Vale. Otra pregunta. ¿Estás bien conmigo?

-¿Quién es Ash?

Steve vio que el color fue lo primero que abandonó el rostro de Grace, seguido de su semblante serio. Pasó de estar confundida, a triste, a molesta y, finalmente, a inexpresiva. Steve la miraba curioso y serio. Realmente necesitaba saber que clase de persona era Grace, si le había estado engañando todo el tiempo y era igual de rastrera que Billy. Grace cruzó los brazos frente a ella, a la defensiva, y no dejó de mirarle sin expresar ningún tipo de emoción. Steve no sabía como tomarse aquello y tampoco le pudo dar muchas vueltas pues el timbre sonó y Grace no tardó en darse la vuelta para irse a su clase.

(...)

Grace miraba la espalda de Billy mientras hacía todo lo posible para controlar su enfado. Ella sabía a la perfección que había sido Billy quien le había contado a Steve sobre Ash, su versión de la historia que la hacía quedar a ella como la única responsable. Y estaba muy cabreada, tanto que realmente consideraba las ventajas de gritarle a Billy y subestimaba las represalias que él podía tomar contra ella.