HEART OF GOLD ;; Steve Harrington

CHAPTER FOUR: THE SAUNA TEST I

Part one: Well, we've a very cute Gumbo

-¿Entonces tú estás bien? -preguntó Grace, apoyándose contra la nevera de los Harrington y aguantando el auricular con una mano mientras que con la otra aguantaba su cigarro.

Steve había sugerido ir a su casa para preparar la estrategia de ataque contra los rusos, pero Robin había dicho que si no aparecía antes de las diez sus padres pondrían una denuncia de persona desaparecida y Dustin simplemente quería ducharse y ponerse el pijama. Dustin y Steve tenían unos walkie talkie para comunicarse a distancia, así que el pequeño le dijo que si se le ocurría cualquier cosa le avisaría por ahí. Por su parte, Grace sí aceptó la propuesta de ir con Steve a su casa porque necesitaba calmarse y pensar para poder estar bien al día siguiente. Se sentía completamente abatida y había muchas voces en su cabeza gritándole que todo iba mal. La presencia de Steve las callaba y Grace necesitaba que su mente estuviese en silencio.

Steve observaba a Grace, vestida con sus antiguos pantalones del equipo y una vieja camiseta y con el cabello completamente mojado cayendo sobre su espalda, mientras él estaba sentado en la silla de la cocina.

Grace Mayfield era un espectro muy amplio y a Steve le fascinaba la manera en que Grace podía ser más dura que el hormigón o tan delicada como el cristal. Dustin le había hablado del fluido no newtoniano, que podía ser sólido o líquido dependiendo de la presión que se le aplicaba. A Steve le gustaba comparar a Grace con eso porque le resultaba más fácil entenderla. Grace podía soportar mucha presión y mantenerse sólida, pero para hacerlo antes necesitaba pensar, ser líquida y dejar que sus emociones fluyeran. Steve sabía que aquello había conseguido que evitase sufrir algún ataque con los monstruos o en situaciones más cuotidianas.

A veces, él se sentía impotente por no poder comprender a Grace. Él era más simple, tenía una mentalidad más de soldado. Dejaba sus emociones a un lado para poder centrarse en la misión y era la misma misión la que lo mantenía cuerdo. Y, aunque a veces tenía momentos en los que flipaba y se daba cuenta de la locura que cometía, siempre era capaz de mantener la calma y actuar. Pero a Grace le costaba más dejar sus emociones de banda, era más de bloquearlas y, aun así, cuando las bloqueaba se ponía en piloto automático y fingía estar bien, pero no podía actuar racionalmente.

Aun así, Steve creía que Grace era una de las personas más fuertes de aquel pueblo. Él no podría haber pasado por lo que Grace y luchar cada día para estar mejor. Ella le había dicho que no creía poder superar el hecho de ser una víctima de abusos, pero tampoco iba a dejar que eso la definiese toda su vida.

-Sí. Estoy tranquila ahora que sé que Billy está bien. -le respondió Max al otro lado de la línea. Max no le estaba contando a Grace ni la mitad de las cosas que estaba haciendo con El ni de lo que había descubierto entre Astrid y Billy pues no quería preocuparla- Sigo flipando porque Heather sea su novia.

-Tal vez nos engañe y seguramente haya ido por la cena gratis. -hablar con Max la tranquilizaba. Max era lo más puro en su mundo. Ambas hermanas rieron al mismo tiempo, aunque la pelirroja sonaba más forzada- Como sea. Hay lasaña en el congelador que solo tenéis que meter diez minutos en el horno. El y tú podéis cenar eso.

-Ya. Creo que vamos a cenar helado con galletas. -Grace frunció el ceño ante la elección poco saludable de cena que Max le planteaba. Max se rio de nuevo, esta vez de verdad, sabiendo que Grace estaría poniendo cara de enfado- ¡Era broma! Steve se ha comido todo el helado.

-No sabes que haya sido él.

-Es la única otra persona que le gusta el helado de limón y lo odio por eso. -ahora fue Grace la que se rio.