— Este me gusta más —dijo la niña—.
— L'Aínsa —sonrió Jack mirando su dibujo—. Ahí nací yo.
Al principio había resultado incómodo estar allí con Abigail sin nada que hacer salvo pensar demasiado y dejarse llevar por la situación. La niña tampoco actuaba como de costumbre, se notaba que estaba preocupada. No obstante, Jack había conseguido crear un clima mucho más tranquilo y entretenido, incluso inspirador, al enseñarle a Abigail algunos de sus dibujos. Estaban tirados en el sofá, viendo algunas de sus creaciones aptas para menores de edad mientras comían galletas, y Jack se sentía satisfecho de haber conseguido distraer a la niña, pero eso no significaba que él hubiese olvidado el estado en el que estaba Mario. Abigail no había preguntado por Mario ni su hermana. No sabía qué había pasado, pero no se le escapaba que era algo malo, y había decidido mantenerse al margen.
El teléfono comenzó a vibrar e hizo que el chico se levantase de golpe, sobresaltado. Respiró algo más tranquilo al ver que no debían ser malas noticias, pues quien llamaba era Liberty. Era extraño que estuviese llamando. A pesar de haberse comunicado por mensajes, Jack y su profesora no habían hablado antes por teléfono. No obstante, tenían motivos para hacerlo. Había surgido un imprevisto y la conferencia en Londres se había adelantado, hasta el punto de que Jack tenía que preparar las maletas para la semana siguiente. El chico abrió la boca, pero no dijo nada, no tenía nada en mente. Liberty colgó y él se dejó caer en el sofá bajo la atenta mirada de Abigail, que captaba la seriedad del asunto. El problema no era hacer las maletas y preparar el viaje. Tendría que dibujar más deprisa, tener todo listo para poder llevárselo a Londres, tendría también que ponerse cuanto antes a avisar al profesorado de que estaría ausente unos días. Y lo más importante y difícil de todo, tendría que avisar a Mark de que se iría a Londres. La idea de mantener aquella conversación le dio vértigo, sobre todo teniendo en cuenta la actitud que su pareja había tomado últimamente. Todavía abrumado por la llamada de la profesora Oldham, notó que el teléfono vibraba de nuevo y leyó en la pantalla el nombre de su novio. Abigail lo miraba entretenida, comiendo galletas como si estuviese viendo un episodio de su serie favorita.
— ¿Cómo estás, amor?
Mark respondió a su pregunta con un tono suave, lo que hizo que Jack suspirase con tranquilidad. Se estaba acostumbrando a ver a su novio nervioso, ocupado en algo que lo rodeaba de un halo de misterio y secretismo que no era para nada agradable. Mark preguntó por Abigail y por cómo estaban pasando el día, pero no respondió cuando Jack preguntó por Mario o Joane. Seguía actuando con aquella protección exacerbada que comenzaba a ser agobiante y que Jack estaba dejando de llevar con normalidad.
— ¿Tienes tiempo para charlar o tienes que volver al trabajo?
— Tendría que ir colgando, ¿por qué? ¿Pasa algo, Jackie?
— No, no te preocupes. Ya lo hablaremos en otro momento.
— Te quiero.
Jack todavía no le había respondido cuando la llamada se cortó.
— Yo también te quiero.
— Sabes que ya no te oye, ¿no? —preguntó Abigail aferrándose a las pocas galletas que quedaban—.
— Sí, cariño, lo sé. ¿Te apetece que haga algo de cenar?
— Y yo voy buscando alguna peli.
Jack sonrió, levantándose para ir a la cocina. Comenzó a trastear las perolas, sin intención de hacer nada demasiado complejo, no sólo porque la niña se hubiese acabado ella sola un paquete de galletas, también porque últimamente no cenaba con Mark y se había acostumbrado a hacer comidas más fáciles y rápidas. Podía entender que el trabajo de Mark fuese importante y que sólo estuviese siendo protector, pero aquella actitud suya estaba afectando cada vez más a la forma en que Jack veía su relación y a sí mismo. De alguna manera, el haber confesado que era asexual y que tenía mucha ansiedad con respecto a cómo podía afectar eso a su relación había supuesto un paso adelante. Jack lo notaba, estaba más centrado en sí mismo y había dejado de cuestionarse tanto sus propios pensamientos y comportamientos. Sin embargo, su asexualidad no era el único problema. Se seguía sintiendo inseguro y con la actitud que estaba tomando Mark, esa inseguridad no hacía más que crecer.
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JACK
RomanceA Jack todo le va mal. A Mark nada le va bien. ¿Qué pasaría si se dieran una oportunidad? _______________________________________________________ Finalista de los Watty 2021. Segunda ganadora en la categoría romántica de los Premios Tinta Dorada 20...