Owen sonaba enfadada como nunca antes lo había estado. Mark se preparó para la conversación que tendría que afrontar en cuestión de minutos, pero aún así le fue complicado resignarse a ser regañado por algo que consideraba justo, aunque fuese en contra de las normas del cuerpo policial de Gullyshore. Había llamado a Jack para escuchar su voz y el plan había funcionado, había conseguido tranquilizarse un poco, de manera que contó hasta tres y abrió la puerta del despacho de Owen. El mensaje de voz había sido sólo un prólogo, lo que encontró en aquel despacho fue algo mucho mayor. Owen estaba acompañada por una mujer a la que no había visto anteriormente, una mujer muy delgada con nariz aguileña y una cabellera rojiza. Ambas miraban al hombre con desaprobación.
— La inspectora Bethel es la encargada de ponerte en tu sitio —le explicó Owen, apoyando su espalda en la pared—. Sabía que no te comportarías, ya estaba avisada de que tendría que charlar contigo. Haz el favor de sentarte y poner atención a lo que tiene que decirte.
Bethel sonrió con una evidente muestra de molestia mientras Mark acataba las órdenes de su superior. Lanzó una carpeta sobre la mesa y se apoyó sobre ella, extendiendo sus finos dedos tanto como pudo. Clavó su mirada azul en Mark, que había comenzado a sentirse algo intimidado por sus superiores. Cuando Bethel abrió la carpeta y sacó las fotos de unos individuos, el policía los intentó identificar con un rápido vistazo, pero no los conocía de absolutamente nada.
— ¿Sabes por qué no te suenan? —inquirió con un marcado acento galés—. Estas personas no son los delincuentes a los que estás acostumbrado a tratar, agente. Si por un instante creíste que tenías que hacer algo, estabas en lo cierto. Deja de desobedecer las órdenes de tu superior.
— Con todos mis respetos, Inspectora Bethel, no sé quién es usted para presentarse en Gullyshore y regañarme de esa manera. Tengo motivos para hacer lo que hice.
— Yo también tengo motivos para estar aquí hoy, agente Brown, y si eres mínimamente responsable, de lo que estoy más que segura, entenderás que no pierdo mi tiempo dando explicaciones a un policía como tú. Si estoy aquí hoy es por mi amiga, la Capitana Owen, y porque tu actitud no sólo te pone en peligro a ti, si no a tus seres más queridos y a todos los miembros de esta comisaría.
Mark miró a Owen desconcertado, pero era lo suficientemente inteligente como para saber que no tenía que decir nada. Owen y Bethel no se habrían molestado en hacerlo venir para una simple bronca. Owen se sentó en su silla, cruzando los brazos mientras Bethel colgaba las fotos en la pizarra vacía que había colgada en una de las paredes del despacho. Los hombres que había allí eran miembros de un grupo organizado, eso saltaba a la vista, pero Mark seguía sin comprender qué relación tenía todo aquello con él. Sus sospechas estaban muy lejos de ser un error.
— El accidente del agente Caan fue provocado por estos tipos. Los coches de esta comisaría son revisados por el mismo taller desde hace años. No obstante, el coche patrulla accidentado no había sido revisado por ese taller, si no por uno que en realidad no existe. Estos hombres consiguieron hacerse con un coche patrulla de la policía de Gullyshore, colocaron explosivos en él y lo devolvieron sin que nadie sospechara nada. Ahora, el agente Caan está en graves condiciones en el hospital. ¿Te das cuenta de lo peligroso que es todo este asunto, agente?
Mark no respondió. Su mirada estaba clavada en la pizarra, en la cara de aquellos hombres que habían intentado matarlo. No los conocía, ahora estaba seguro. Bethel no era una mujer paciente. Lo demostró cuando golpeó la mesa de la capitana, sobresaltando a Mark, y le acercó unas fotos a la cara con los nervios a flor de piel. Mark era incapaz de creerse lo que estaba viendo. Eran fotos de su casa y de la comisaría. Habían estado siguiendo sus pasos sin decirle nada, pero no era algo que pudiese reprocharle a su jefa. Todo aquel tiempo lo había estado protegiendo. En todas las fotos que Bethel tenía en su poder, Mark era vigilado por un coche negro. Lo habían estado vigilando, el accidente de John había sido un error. El objetivo era él, aquellas fotos lo demostraban definitivamente.
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JACK
RomanceA Jack todo le va mal. A Mark nada le va bien. ¿Qué pasaría si se dieran una oportunidad? _______________________________________________________ Finalista de los Watty 2021. Segunda ganadora en la categoría romántica de los Premios Tinta Dorada 20...