Limones y Fresas SasuSaku

Conociendo a una Nueva Especie #7

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La risa de satisfacción de Sasori hizo eco en el pasillo mientras se iba, dejándolos a los dos estancados en sus posiciones respectivas sin saber que sucedería. Estaban en shock, como si algo grave estuviese pasando pero se negaran a aceptarlo.

Sakura fue la primera en hablar luego de tomar el suficiente aire para tranquilizar a su corazón y reaccionar ante la inevitable situación. ¿Que podía esperar?¿Que debería sentir?¿Que debería hacer?¿Estaría Sasuke dispuesto a ayudarla?

-¡Estoy bien!-Se adelanto pero Sasuke no estaba nada convencido.

-¡No lo estas!-grito alarmado mientras intentaba levantarse de la cama pero fue reducido por las esposas que se le incrustarón en la piel sin consideración e hizo que Sasuke forcejear por un buen rato tratando de liberarse.

-¡Detente!-le suplico Sakura tocándose el lugar en donde había estado la aguja. Aún no sentía ninguna extraña alteración en su cuerpo pero esto podía cambiar en cualquier momento- No te hagas daño por favor. No lo soportaría.

Sasuke se detuvo y apretó los puños. Sabía de cuenta propia los síntomas de la droga de cría, había visto a sus amigos enloquecer de dolor por ella y había visto a su amigos morir. La imagen de Sakura dándole un paro cardíaco se infiltró en sus pensamientos haciéndolo jadear. No soportaría que ella para algún dolor por su culpa. ¿Porque realmente era su culpa?

La respuesta era un si, su primer encuentro no era una consistencia y se arrepentía de ello puesto que la había arrastrado hasta esto.

Recordaba perfectamente ese día, había tomado la decisión que si el destino no intervenía en su destino, el lo haría y así se lanzó para que lo atropellara. No era la primera vez que veía a la doctora pasar por esos rumbos y solía verla cuando se quedaba atascada en el tráfico por las constantes manifestaciones. Desde su posicion en la sombra de los árboles, podía ver sus características casi perfectas de un ángel y su olor a cerezas mezclado con el olor de la primavera. Una delicia.

No esperaba que el golpe le doliera lo suficiente para sentir que había sido una completa estupidez pero tampoco esperaba que ella se desviara por el golpe al punto de tener que salvarla de la explosión de su propio auto. El había tenido la culpa totalmente con tal que le conocerla pero desde el principio debió ser diferente. Tan solo no hubiese sido tan idiota y tan visceral de hacer algo tan estúpido y arriesgado.

-Trata de respirar pausadamente, no te alteres.

Sakura asintió. Cerró los ojos alejándose de la camilla y se dejó caer lentamente en el suelo frío que no le produjo ningún escalofrío al contrario lo sintió reconfortante. Tuvo el reflejo inmediato de llevarse la mano a la frente para ver su temperatura pero se resistió, eso despertaría las alarmas de Sasuke y no quería verlo enloquecer por su culpa.

-Dime cuando sientas algo, Cualquier cosa.

-Nada nuevo, aun-mintió a sabiendas de la deliciosa sensación fría que le proveía el piso. Saco la lengua y se la paso por los labios al sentirlos levemente resecos. Esto no saldría tan bien.

-¿Segura?-dijo casi en un gruñido.

Estaba a punto de decir que si cuando sintió una rara sensación en su bajo vientre, una electricidad que proveyó de un tenue calor y comenzó a sentir que le constaba respirar.

-¡Sakura!-Grito Sasuke al ver como se hacía un ovillo y metía su cabeza entre sus rodillas. Podía escuchar su respiración precipitada y también el olor penetrante de su sudor mezclado con la droga. No había duda. Sasori había dicho la verdad más está era débil suponiendo que era una cantidad diluida para humanos.