// One shots Sasusaku //
Estas historias son mías de mi imaginación. Los personajes y el lugar donde se llevarán los sucesos le pertenecen a Masashi Kishimoto el creador de Naruto.
...... Advertencia algunos capítulos contienen lemon....
Contenido s...
Sakura Haruno miro por cuarta vez el interior de su sala. Era bastante pequeña pero eso no impidió a la pelirosa la idea de decorar para navidad. Era una fecha especial y si todo salía como ella lo había planeado posiblemente esta navidad no la pasaría sola.
Bueno no es que en los años pasados los halla pasado sola pero la compania que más anhelaba había decidido viajar por el mundo expiando sus pecados. Este año era diferente Sasuke estaba en la aldea y si mal no recordaba, Naruto no estaba en sus planes y menos ahora que compartía su primera navidad con su esposa.
La primera parte del plan había sido ir a comprar el árbol y todo los adornos pero ella no era de las que supiera mucho de decorar. Amaba su gustos a la hora de poner una plantita por aquí y otra por allá, colocar cortinas con bellas flores de cerezos y un par de pinturas que Sai le había regalado. El problema era cuando trataba de salirse de su habitual rutina y decorar para una celebración.
Quería que Sasuke al entrar a su casa se quedará impresionado, que dejara su habitual seriedad de un lado y regresara su niño interior o mejor aún que por una noche se sintiera que estaba en casa después de muchos años. Ella sabía de primera mano que los clanes más grandes de Konoha competían para esta época en decorar su barrio y el que siempre ganaba era el clan Uchiha hasta el fatídico día en el que fueron exterminados.
Todo iba viento en popa hasta que Ino, su mejor amiga cogió un resfriado a última hora. Ella era una pieza primordial en la decoración pero ahora lo más probable era que ella tuviera que hacerlo sola.
Quiso hacer un último intento por persuadirla y la llamo.
-Ino, te necesito -suplico Sakura mientras le hablaba por teléfono.
-Sabes que me encantaría pero creo que voy a morir
Sakura frunció el seño extrañada. Ino no eran de las que se quedaba en casa en un día de compras.
-A ti te encanta ir de compras, que es lo que te sucede. Un resfriado es algo que te detenga, si quieres puedo ayudarte.
-¡NO!-grito Ino asustando a la pelirosa através de la línea-no, digo que voy a estar bien. No te precupes por mi Sakura.
Sakura estaba a punto de contestar cuando escuchó un ruido extraño en el otro lado del teléfono.
-¡Auch! ¡Me queme!-dijo una voz conocida
-¿Estás bien?-pregunto Ino dejando al lado el teléfono, sin cortar la comunicación.
-¡Estoy bien!-le aseguro la otra voz a Ino-Creo que la sopa de pollo me quedo fantástica pero tú cocina no creo que me lo agradezca.
-No tenías que hacerlo
-Claro que si hermosa
Sakura abrió la boca sorprendida, ahora sabía perfectamente porque Ino quería quedarse en casa.
-¿Sakura aún estás alli?-pregunto Ino al verse con el teléfono en la mano.
-¡Me vendiste! Ino puerca
-Sakura yo....
Sakura suspiro, ella quizá viera echo lo mismo si Sasuke la estuviera cuidando pero eso sería imposible. Desde que el había regresado a la aldea, solo habían. compartido uno que otro almuerzo pero junto a Naruto. Jamás solos, por eso esperaba que en la cena de navidad todo cambiara y más al recordar esa parte de su infancia, la cual le arrebataron a una corta edad.
-No te precupes por mi, Tu disfruta de Sai y saludarlo de mi parte.
Sakura había hablado desde el fondo de su corazón, su amiga se merecía ser feliz. Colgó la llamada y salió por la puerta, nunca había sido la mejor a la hora de decorar pero daría todo su esfuerzo por qué quedará fantástico. Muchas horas más tarde llegó a casa con miles de bolsas en las manos y como pudo abrió la puerta de su apartamento.
-¡Tadaima!-grito pero luego suspiro pesadamente, estaba totalmente sola y nadie le iba a responder.
Coloco las bolsas encima de la mesa y se tiró al sofá exhausta. Esto de la compras tampoco era lo suyo. Rezo por haber comprado todo y se dejó caer en el sillón.
Luego recordó que lo más importante lo había olvidado
-¡El árbol!-grito pero estaba demasiado cansada para pensar en eso. Decidió mejor tomar una siesta, ya pensaría que hacer luego.
.
Sasuke Uchiha pasaba por allí en ese momento, ya había perdido la cuenta de la veces que lo había echo. Buscando una razón para volver a ver a su pelirosa pero cada vez que llegaba a su puerta, regresaba sobre sus pasos sin una buena escusa.
Esta vez era diferente la puerta del departamento de Sakura se encontraba sospechosamente abierta y no pudo contra la incertidumbre. El pelinegro miro a su alrededor para ver si alguien lo observaba pero las calles de Konoha estaban totalmente vacías a pesar de la locura de navidad.
-¿Sakura?-pregunto al entrar por la umbral de su apartamento.
No hubo ninguna respuesta preocupando al poseedor del Sharingan.
-¡Sakura!-Dijo casi al punto de gritar
Esta vez solo escuchó un leve quejido que hizo que el alma le regresara al cuerpo. Sakura estaba desparrama en el sillón durmiendo como un bebé siendo aún temprano. Su vista viajo por el montón de bolsas que se encontraba en la mesa y puso los ojos en blanco. No entendía por qué las personas se emocionan por una fiesta sin sentido pero él no era quien para decirlo y más cuando dejó de celebrarlo después de la muerte de todo su clan.
-El árbol-susurro Sakura entre sueños, su expresión parecía atormentada.
Sasuke barrio la sala buscando el dichoso árbol más no lo encontró, entonces entendió por qué estaba tan agitada a pesar de su cansancio.
-¡Sasuke-kun!-susurro esta vez haciendo que Sasuke sonriera. Por lo menos también lo recordaba entre sueños.
El pelinegro se acercó más a la pelirosa y beso su frente. Su hermosa frente. Mientras un recuerdo de su infancia paso por su mente en el cual por cuarto año consecutivo le ganaban al clan Hyuga en la decoración del barrio.
-Yo me encargo del arbol.
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