Limones y Fresas SasuSaku

Lluvia

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Baje corriendo las escaleras de mi casa, ya iba tarde y aún tenía que caminar unas cuantas cuadras para llegar a la academia. Me detuve un momento en el espejo y di una vuelta ondeando mi cabello. Hoy mis mejillas estaban un poco sonrosadas y mi cabello había amanecido con un brillo espectacular.

—¡No vallas a olvidar tu sombrilla, Sakura!—grito mi mamá desde la cocina.

Le eche una mirada al cielo, no habían nubes y el día estaba precioso con un sol reluciente.

—Mama el día está hermoso para llevar sombrilla—le reproche pero ella no me hizo ningún caso.

Salió de la cocina y abrió un mueble cerca de la puerta del cual tomo una sombrilla transparente con cerezos. Algo que ella había buscado por meses solo para mi y no es que no lo apreciará pero me dejaba sin espacio en mi pequeña mochila.

—Dije que te la llevaras, obedece.

Sus palabras fueron tan tajantes que solo me quedo bufar y meter la dichosa sombrilla. Obviamente sucedio lo que presentía, mi sombrilla no cabía en mi pequeña mochila así que tuve que llevarla en la mano. Todos me miraría raro y no sabría que pensaría Sasuke al verme llegar. Tal vez pensaría que estoy loca pero no me quedaba otra opción. Al llegar sucedió exactamente lo que pensé. Muchos al entrar me vieron extrañados y otros aprovecharon para burlarse de mi.

—Creo que te has confundido de mes Sakura

—No me digas que los rayos de sol arruinan tu adorado cabello pero que tonta tu sombrilla es transparente.

—Que loca no ves que estamos en pleno verano.

Baje la cabeza antes los comentarios y me senté rápidamente en el escritorio que compartia con Naruto y Sasuke. Gracias al cielo este último aún no había llegado.

—No les hagas caso, antes de venir a la academia escuché al viejo decir que hoy lloveria.—murmuro Naruto dándome consuelo.

—¡Gracias Naruto!—le dije sonriendo

En ese momento la clase se inundó en gritos de chicas pero obviamente ya nadie le importaba, tan solo era la alarma de en qué momento Sasuke cruzaba la puerta del salón de clases.
Todas aprovechaban a desearle buenos días pero el como siempre se mantenía callado hasta llegar a su lugar.

—Hola Sasuke-kun—pronuncie con demasiada alegría.

—Hola—me saludo de regreso sin mucha energía pero yo ya era feliz con eso. Total a las demás jamás las saludaba.

El día transcurrió con demasiada normalidad entre clases y recreo. Mi día termino siendo tan aburrido como los demas, Sasuke había hablado solo para contestarle una pregunta al sensei y para darle las gracias a una niña por recorrer su borrador.

—¿Que les parece si después vamos a comer a Ichiraku?— Pregunto Naruto sacandonos a ambos de nuestros pensamientos.

—Quien te dijo que yo quería ir a comer  ramen con un idiota.

Suspiré esto era el pan diario de todos los días. Sasuke jamás le hablaba a nadie pero para contestarle a Naruto y molestarlo se prestaba solo. Parecía su pasatiempo favorito.

—Pues si tú te calificas como eso, me lo pensaría dos veces.

Sasuke se puso rojo y cuando estuvo a punto de contestar el sonido de un trueno lo callo. Toda la clase también se quedó en silencio y después de unos minutos la lluvia empezó a caer fuertemente. Nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo y yo me sentí feliz. Al final mi mamá había acertado y no me mojaria.

La campana sonó y yo rápidamente tomé mis cosas, algo que todos no hacian con rapidez porque sabían que se iban a mojar si o si. Al llegar a la puerta todos lo que se habían burlado de mi, me suplicaban que los llevará pero yo estaba ocupada en ver el momento que Sasuke saliera de la clase para ofrecerle llevarlo a su casa aún que con eso me tocará ir hasta la otra punta de Konoha.

Mis esperanzas cayeron cuando lo vi sacar de su mochila una sombrilla azul con el símbolo de su clan y me puse peor cuando vi como todas la chicas se peleaban por compartir una salida bajo la lluvia con el.

Suspiré y salí al exterior como quien dice con la cola entre las patas. Estaba realmente molesta y más cuando por mi mente pasaban las imágenes de alguna de esas chicas poniendo su sucias manos sobre su pecho solo para aprovechar todo el espacio posible de la sombrilla.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando a lo lejos observé a Naruto quitándose su suéter para evitar que Hinata se mojara. Hinata al principio casi se desmaya de la emoción pero luego acepto gustosa la prenda. La escena me pareció tan tierna que no dudé en acercarme.

—¿Porque mejor no se llevan mi sombrilla y la comparten?

Naruto me vio por un momento sorprendido, pero luego me la rechazo.

—Creo que cabemos los tres—puntualizo Hinata empezando a calentarse con el suéter de Naruto.

—No no se preocupen, yo estaré bien—les dije mientras le apachaba el ojo a Naruto en señal de complicidad. Era la escusa perfecta para compartir juntos el camino sin interrupciones.

Naruto negó con su cabeza pero me hizo caso y cuando los vi alejarse con mi sombrilla, no pude evitar sentirme feliz.
La lluvia no era mala, es más estaba fresca y deliciosa al tacto de mi piel pero está se vio cortada por una sombrilla que cubrió mi cabeza y no pude evitar sorprenderme.

—¡Sasuke-Kun!

—Es mejor que no te mojes o mañana, estaras enferma y no quiero que  me lo contagies.

Sus palabras me hicieron sonreír, no era precisamente lo que un chico encantador diría pero si mi Sasuke-kun.

—Agarrate a mi así cubriremos menos espacio y nos mojaremos menos.

Mi yo interno para este momento brincaba de emoción y sin dudarlo pero con las manos temblorosas lo abrace fuertemente aspirando su delicioso aroma. Un leve sonrojo cubrió su rostro pero no dijo nada al respecto y termino por sorprenderme más al pasar una brazo por mi hombros, según el para calentarnos.

Y así fue como compartí el camino bajo la lluvia con el amor de mi vida...

¡Holaaaaaa mis mariposas!

La idea se me ocurrió gracias a mi madre que aveces es demasiado pitonisa y sabe cuándo va a llover. Quizá es el sexto sentido pero me temo que yo no le desarrollado.

Espero que pasen un bonito día y me cuentes qué tan pitonisas sos su hemosas mamis.

Besos Lia 💙