Visitas Nocturnas

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Podía sentir sus aliento caliente en mi cuello, oir su respiración entrecortada y su pasión encima de mi cuerpo. Sus movimientos me llevaban a la locura mientras me penetraba encima de mi cama.

Era algo mágico como sus dedos me tocaban, como su lengua reclamaba la mia. Me estaba haciendo adicta a sus expertas caricias y me llevaba hasta el cielo.

Su respiración se aceleró un poco más y mi corazón vibro contra el suyo en perfecta sincronía mientras nos dejábamos arrastrar una vez más por la lujuria.

El fuego de nuestra pasión se terminaba en algún punto de la noche y Sasuke  abandonaba mi habitación por el mismo lugar donde había venido. Por la ventana.

Eso por su puesto me causaba una puntada de decepción. No sabía cómo tomarlo, no sabía si estos encuentros concentidos solo me estaba usando para su deleite o era su manera de decirme que le gustaba.

No quería creer nada. No quería desilusionarme como la primera noche en la que había caído rendida en sus brazos y después terminar llorando para protegerme a mi misma que no le dejaría tenerme nuevamente. Promesa que inclumplo cada noche cuando aparece como un ángel en mi habitación y me besa de la manera que lo hace.

Se que está mal, que debo darme mi lugar pero mi corazón cae rendido y es inevitable que esto se repita.

Por la mañana parece otra persona, es amable conmigo pero jamás menciona lo que sucede en las cuatro paredes se mi habitación. Es como si lo olvidará aún que se perfectamente que está contando los minutos para que la noche se haga presente.

Suspiro para calmar mi corazón y me coloco una bata para tapar mi desnudez. Luego me meto a bañar y trato de no pensar en sus fervientes caricias que me acompañan como único recuerdo de lo que sucedió.

No quiero pensar en sí esto tiene fecha de caducidad, no quiero pensar en que un día se aburra de mi. De lo fácil que he sido para sucumbir a sus caricias. Sería tonto de mi parte pretender que será para siempre pero eso quedó creer.

El baño temina y me meto a la cama para dormir lo que queda se la noche.

Por la mañana me pongo la bata blanca y voy al hospital. Mi mañana es normal y a medio día lo veo con Naruto almorzando en Ichiraku. Desde la distancia puedo ver su perfecto perfil y mis mejillas arden al recordarlo obrando maravillas sobre mi cuerpo.

Solo entonces Naruto me ve y me invita a comer pero no puedo. No puedo estar cerca y pensar que posiblemente soy un juego. Soy la estúpida chica que se abrió se piernas por amor.

Me doy la vuelta y camino por Konoha hasta que tengo que regresar al hospital. El resto de la tarde pasa volando y cuando llega la noche me dirigo mi departamento después de comer unos sándwiches en la cafetería del hospital.

Ya es algo tarde cuando entro y me dirigí a mi habitación. La ventana se mi habitación ha sido abierta y las cortinas vuelan con elegancia. Mis pulso se acelera inevitablemete como la primera vez y es allí cuando lo veo esperando recostado en la pared. Su vista está clavada en el suelo y eso me da el tiempo suficiente para cerrar la puerta a mis espaldas y quitarme la bata del hospital.

El calor sube por mi vientre y de mis labios sale un jadeo bajo en premura.

¿Que estoy haciendo?, Me preguntó a mi misma. ¿Porque no soy capas de detenerlo?

La respuesta la conozco perfectamente y es la misma que me doy siempre. Lo amo y si es la única forma de tenerlo. Que así sea.

Sasuke levanta la vista y pese a la oscuridad levemente alumbrada por la luna menguante. Lo veo  sonreír de lado antes de acortar la distancia entre ambos y tomarme de la cintura para recostarme sobre la cama. Sus labios recorren mi cuello y su cuerpo cae sobre el mío sin temor.

Limones y Fresas SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora