¡Yo me opongo!

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Lo que empezó como un simple plan para atraer la atención de Sasuke y hacerlo confesar sus verdaderos sentimientos había terminado en algo muy diferente a lo que se habían acordado. No sabía a este punto como todo había terminado de esta manera pero ya no había marcha atras, no podía romper una promesa y menos los sentimientos del hombre que le había dado la mano y su hombro para llorar en los peores momentos.

-¿Estás Lista?-la pregunta de Ino se acento en su estómago con pesadez y trato de concentrarse en la imagen que le regalaba el espejo. Su piel estaba más pálida que nunca y el color de sus mejillas haba desaparecido por completo.

-Aun no

Ino negó con la cabeza mientras jugueteaba con el anillo que conformaba su mano desde hace unos dos meses, Ella se había casado con el amor de su vida pero ella no haría lo mismo y la envidiaba.

-¿Te ayudo?-murmuro no esperando una respuesta afirmativa. Sabía que Sakura no podría nisiquiera ponerse el Kimono blanco sin que sus manos temblaran. Ella necesitaba ayuda y ella estaba para eso, aún que no estaba contenta con su elección de esposo.

Le ayudo a quitarse la bata rosa que cubría su cuerpo y descubrió un conjunto sexy de encaje hecho especialmente para la noche de bodas. Era muy hermoso y ella se miraba muy sexy con ese pequeño regalo para su futuro esposo.

-No me mires así-agrego Sakura sin una pizca de buen humor. Lo que menos necesitaba en ese momento es que le dijera lo sexy que se veía con esas prendas tan diminutas aún que ella no lo viera de esa forma.

Ino dejó escapar el aire y colocó sus manos sobre sus hombros mientras la miraba a los ojos por medio de reflejo del espejo.

-Aun estás a tiempo de arrepentirte, Sasuke no se merece que te quedes atrapada en un matrimonio del cual jamás serás feliz. Tú necesitas volver a enamorarte y desmostrale que no es el único chico guapo en el mundo. Que se vaya a la mierda con todo y su sangre Uchiha.

Las lágrimas de Sakura rodaron por sus mejillas. Su decisión de esposo era lo único que la hacía feliz después del rechazo de Sasuke. Le quería, le admiraba y le respetaba. No conseguiría en otro lado esas cualidades y tampoco sería capas de romperle el corazón al sexto.

-Kakashi no se merece eso-aun sonaba extraño llamarle por su nombre a secas pero era algo que el le había pedido que hiciera desde que habian hecho público su "romance".

Nunca había existido tal "romance" pero era obvio que Kakashi ya no la consideraba como una alumna y como poco a poco se habia descuebierto que ya era una mujer, su futura esposa.

Todo había empezado el día que Sasuke había regresado a a la aldea. Ella había estado tan feliz pero el había estado muy frío con ella y así se fue alejando. Naruto fue el que insistió en buscar un plan para atraerlo y así fue como se les occurrio la idea de un pretendiente falso.

Los tres habían quedado en Ichiraku para almorzar y entre plática y platica, Naruto le dio un codazo a Sakura para dar inicio al plan.

-Oye Sakura, me dijeron que tuviste una cita muy romántica.

Sakura se pudo sumamente roja y trato de no balbucear. Ya no estaba tan segura del plan pero una mirada de reojo a Sasuke le hizo entender que Naruto había logrado su total atención.

-Oh eso, no se como te enteraste pero es un asunto privado.

Naruto río

-Privado, soy tu mejor amigo. Necesito saber los detalles.

Su mirada inquisidora acreditaba su actuación. Por favor que le dieran un Oscar, no había nadie más convincente en ese momento para dar inicio al plan.

Limones y Fresas SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora