Limones y Fresas SasuSaku

¡Felicidades!

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Cerré los ojos y mis recuerdos me llevaron a cada momento feliz de estos últimos años. Desde el poke,la declaración de amor,  nuestro primer beso y  la boda.

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Cada mañana que despertaba y podía observar su rostro el cual por muchos años solo podía acariciar en mis sueños tenía el corazón a punto de explotar. Nadie de la aldea y ni siquiera yo podrian imaginar que mi vida cambiará tan radicalmente al iniciar este viaje.

—Sakura— Pronuncio Sasuke con los ojos aún entrecerrados.

Sus manos tocaron mi cabello acariciándolo, amaba una y cada una de sus caricias. Era una nueva forma de resurgir de las cenizas, ambos nos merecíamos una segunda oportunidad después de la guerra y de todos esos años sin el en el equipo. Porque ahora eramos un nuevo equipo, un matrimonio.

—¡Buenos días anata!

Sasuke se sentó en la cama dejando todo se pecho desnudo a la luz del sol. ¿Acaso había algo mejor que eso? Imposible.

—Me encanta que me digas anata, me hace sentir querido a pesar de mis errores.

—Somos humanos y tenemos errores. Piensa en que ya pagaste tú deuda con la humanidad y que ahora te toca recostruir tu vida.

Sasuke asintió

—De ahora en adelante aprenderé a escuchar cada una de tus sabía palabras.

—Me conformo con que seamos felices, que seas feliz.

Me levanté de la cama estirandome, era nuestro último día en este lugar tan maravilloso y después de algunos meses de casados como nuestra segunda luna de miel. Había mucha agua a nuestro alrededor y calor. Obviamente el calor no era necesario solo faltaba estar en la misma habitación para saber que nos podríamos incendiar.

—Te conformas con tan poco.

—y según para ti esto es poco.

Le dije señalandolo de pies a cabeza y deteniéndose un momento sobre su corazón.

—Siempre soñé con que fuera mío y ahora que lo tengo estoy completa.

—Eres mi esposa, mereces estar en casa haciendo lo que más te gusta hacer que es atender a las personas en especial a los niños— expreso llevándose  una mano para desenredar su hermoso pelo negro. — pero éstas aquí casada con  alguien que te intento matar y destruir todo lo que amabas.

—Puede ser pero lo que más me dolía era ver destruido al ser que reinaba en mi corazón. A ti además ... Te amo Sasuke-kun.

Me puse en pie para darme un baño no sin antes quitarme la sábana que tenía enrollada al rededor de las cuerpo ante su atenta mirada.  Quien sabe hasta que momento podría disfrutar de otra ducha hasta llegar a nuestro destino. No es como si odiara bañarme en los ríos o alguna cascada por el camino, solo que yo siempre había sido modesta con lo referente a mi cuerpo pero no cuando estába sola junto a él en la misma habitación.

—Tu te lo has buscado

Dijo cruzando las puertas del baño junto a mi. Jamás podríamos tener suficiente uno del otro y estaba más que agradecida por ello.

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Pues no estaba equivocada pero había algo más que no podía pasar por alto.
Al principio pensé que nada se iba a comparar a la alegría de despertar cada mañana, con las mariposas y el corazón a punto de explotar al saber que Sasuke me amaba. Eso cambió el día que por culpa del cansancio y las nauceas  me había enterado de la verdadera razón de mis síntomas.

—¡Felicidades estás embarazada!—Chillo Karin

Sasuke que tenía días de estar sumamente preocupado relajo el semblante por unos segundos antes de sorprenderse.

—¡Escuchaste eso Sasuke-kun! ¡Seremos padres!

Al no reaccionar Karin optó por dejarnos solos, quizá pensó que en la privacidad Sasuke podía ser más abierto pero ya lo había perdido. En su interior había una gran batalla, entre la felicidad del momento y las consecuencias de su pasado.

—No tienes nada que temer, el bebé jamas tendrá que pasar por lo que tú pasaste. Tú y yo haremos del futuro de nuestro pequeño un camino de bien, pero te necesito conmigo.

Le susurre alargando una mano para tocar su mejilla. Sasuke reaccionó en ese momento y puso una mano encima de la mía.

—Tengo tanto miedo Sakura pero no creas que no estoy feliz. Tienes razón yo haré lo que sea para protegerte, para protegerlos.

—¡Shhhh!, Lo sé...

Sasuke se acercó a mí para abrazarme. Yo recibí gustosa el abrazo pero no quería solo esa para un momento tan especial.

—¿Puedo pedirte algo?

Sasuke se alejó de mi

—¿Quieres regresar a la aldea?

Negué con la cabeza, sabía que aún teníamos una misión que completar y estar embarazada no era un impedimento para seguir con el plan.

—No, quiero que me beses— confesé tomandolo de la mano para acercarlo nuevamente a mi. Añoraba la electricidad y el fuego que me causaba el solo rozar mis labios.

El por su parte tomo mi rostro entre sus manos y me beso. Otro primer beso me dije para mí misma, otra sensación, otros sentimientos, otro nivel de amor.

Cuando nos separamos aún con la respiración entrecortada juntamos nuestras frentes y escuche a Karin toser tras nosotros.

—Por un momento creí que tendría que intervenir pero dadas las circunstancias creo que estoy de más. De nuevo muchas felicidades para ambos, les deseo lo mejor y que me dejen algún día ser la madrina de ese bebé.

De reojo pude ver que Sasuke ya se estaba exasperado. Karin también lo noto que mejor se marchó antes que la amenazara con algo. Me reí, aún no entendía como era que no le tenia mucha paciencia.

—¿De qué te ríes? Que estés embarazada no  significa que no pueda hacerte cosquillas.

—No te atrevas

Dije alejándome unos pasos de el.

—Oh si Sakura. Tú y ese bebé sufrirán eternamente conmigo.

Mmmm otra de sus promesas eternas dije deletaindome de con ella.

...

No hay nada mejor que escribir con música y si es romántica esto es lo que sucede. Mucho amor y poca acción, la próxima escucharé alguna canción de cincuenta sombras de grey para escribir algo más picante. Jajaja.

Este one shot lo había echo como un especial del día de las madres pero no lo logré terminar, pero me gustó tanto como había comenzado que decidí terminarlo.

Gracias por leer mis historias me hacen sentirme querida. 💜

Besos Lia

#Sasusakuporsiempre