Palomitas de Maíz

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Sakura suspiro tristemente, era fin de semana y se sentía aburrida en el sillón de su sala. No tenía ganas de repasar sus lecciones y tampoco tenía ganas de salir sola. Sabía de sobra que todos sus amigos de la academia estaban en el concierto de su banda favorita pero ella las había perdido y cuando había querido comprar una nueva ya se habían agotado.

—¡Shanarroo, que mala suerte!— Maldijo dándole un golpe al sofa.

Volvió a suspirar está vez hasta su mejor amiga Ino le había reclamado lo despistada que era pero que aun que fuera su mejor amiga no podía dejar de ir porque el vocalista de la banda era su amor platónico y quizá tuviera suerte y la invitará a pasar al escenario o eso ella tenía planeado.

El timbre de su casa la saco de sus pensamientos. ¿Quién podía ser? Si sus papás habían salido de la aldea para visita a su tía en la aldea de la arena.

—¡Sakura-chan! —Era la la voz de Naruto

—Ya voy—susurro y empezo a limpiar un poco sus sala de sopas instantáneas, bolsas de chucherías y helado que había comido anteriormente.

Luego camino a la puerta y dejó que entrará su muy rubio amigo pero lo que jamas pensó que pasaría y que hizo que tomara el marco de la puerta de la impresión.

—Sasuke-kun

Sasuke le devolvió la mirada y levantó las películas que tenía en la mano.

—Pense que te gustaría pasar una tarde con nosotros, ya que perdiste las entradas del concierto.—explico Naruto extendiendo en sus manos unas cuantas sopas instantáneas que hicieron que se le revolviera el estómago. Ya estaba arta de comer sopas instantáneas.

Prefirió pensar otra cosa y se hizo a un lado dejándolos entrar.

—Si no te importa—complemento Sasuke entrando a la linda residencia de los Haruno.

Sakura se apuro a entrar y dejó a los chicos arreglando las películas en lo que iba a la cocina a ver qué podía ofrecer a parte de la sala de su casa. Sus padres la habían dejado con un surtido de chucherias en su ausencia pero la mayoría ya se lo había comido. Tomo lo que sobraba pero lo único que encontró fue botoneras, ositos de goma, chocolates y algunos bastones que quedaban de navidad.

—Nada que le guste a mi Sasuke-kun—murmuro Sakura pensando en que llevarle.

Entro a la sala y vio que solo faltaba ella y que Sasuke había tomado de su sillón una bolsa que había olvidado tirar a la basura porque aún tenía manías adentro. Sakura se lamento habérselas comido todas pero no tenía la menor idea que vendrían a su casa.

—Pense que estarían en el concierto—dijo Sakura haciendo que los chicos la voltearon a ver.

—No creo tener para esas entradas —susurro tristemente Naruto haciendo énfasis en su cartera de Sapo vacia.

Sakura se lamento haber preguntado, al final no era tan malo no asistir al concierto pero Sasuke no podía decir lo mismo, se sabía de antemano que le había quedado toda la fortuna de los Uchihas aún que jamás lo aparentaba.

Sasuke como si le viera leído la mente le contesto su pregunta.

—Yo no soy fan—Admitio levantando los hombros y dándole play a la pelicula.

Sakura tomo un bowl que había traído y echo todas las cosas dulces haciendo que Naruto se levantará y se lo arrebatará de las manos. Parecía un niño encantado con comer dulces a diferencia de Sasuke que se confirmaba con una simples manías la cual para satisfacción de ella le ofreció comer con el.

Limones y Fresas SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora