Limones y Fresas SasuSaku

Una camilla para dos /Especial #2

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Sorpresa la que me había llevado cuando encontré a Sakura y ella no había sido más oportuna. Ella me había salvado de nuevo, como siempre. También me sentía preocupado, mi temor más grande es perderla y este es un lugar muy peligroso.

Estaba recostado en una camilla recuperándome del veneno cuando Sakura se asomó por la cortina, su sonrisa iluminó su rostro cuando me vio y a mi se me calentó el alma. Sus manos trabajaron sobre mi cuerpo revisando mis signos vitales cuidadosamente como si estuviera tratando a un niño y eso me hizo sonreir. Ella nunca perdía esa amabilidad y paciencia que la caracterizaba.

—¿Como te sientes?

—Un poco mareado pero mejor.

Sakura se sentó en la camilla cerca de mí y paso su brazos por mi cuello. Se veía que estaba preocupada.

—Pense que eras resistente a todos los venenos—dijo mientras me daba un casto beso en los labios.

—Yo yambien—reapondi mientras secaba una lágrima casi inexistente de sus ojos.

—Debe ser algún tipo de veneno que afecta el nivel de chakra, voy a mandarlo a analizar a Konoha.

Asentí mientras mi mano bajaba a su delicada cintura. Apenas si podía creer que la tenía enfrente pero había algo más que me preocupa.

—¿Como es que estás aquí? ¿Sarada está bien?

Sakura sonrió al escuchar el nombre de nuestra hija. Nuestra pequeña futura Hokage.

—Ella está bien, la está cuidando Iruka-sensei.

Respire profundamente mientras Sakura me terminaba de explicar el porque estaba aquí pero fue en vano tratar de convecerla para que regresara y al final la idea que fuera mi compañera de equipo como tantas veces antes me hizo feliz. Ella era mi complemento y no había nadie en el mundo mejor que ella para ser mi equipo, bueno con excepción de Naruto.

Apreté el agarre de su cintura contra mi cuerpo y la bese. Tomandome el tiempo suficiente para explorar su boca y la esencia tan deliciosa que emanaba de esos labios carnosos. Este era la primera parte de mi ritual cuando regresaba de una misión. Ella gimió en mi boca dándome luz verde para continuar.

—¡Sensei! ¿Esta despierta?

La voz de Jiji nos trajo de nuevo a la realidad y a regañadientes me separe de ella. Me quedé escondido tras la cortina mientras Jiji suavisaba su voz para hablarle a mi esposa. Sus palabras de antes resonaron en mi cabeza y el coraje me subió. Ese malnacido estaba tratando de cortejar a mi esposa.

—No e visto a nadie con ese nombre y color de cabello...

No sabía en qué momento había activado el Sharingan pero pude ver a través de la cortina el momento exacto que levantó su mano para tocar un mechón. Mis dientes tronaron al chocar pero eso no me detuvo y logré alejar la mano de Jiji del rostro de Sakura.

Sakura se sorprendió igual que Jiji el cual empezó a bombardearme de preguntas.

—Ella es mi esposa—respondi sintiéndome mejor al decirle que ella tenía a alguien y que no estaba disponible.

Jiji termino de sorprenderse y me contestó algo acerca de creer que un tipo como yo era soltero. Nunca a nadie le negué mi soltería por protección a Sakura pero ahora que sentí a un idiota acercándose a ella de esta manera. Explote.

Mi esposa como toda una profesional cambio de tema rápidamente enfocándose en curar la herida de Jiji y en cuanto termino lo mando de regreso a su celda donde yo tenía que estar pero me negaba a ir.

—¡Te sintes bien!—Pregunto Sakura tomando mi brazo y acercándose a mi.

—Pues no se, acabo de enterarme que la hermosa y amable doctora del que todo el mundo habla eres tú. — le explique arinconando su cuerpo contra el escritorio.

Sakura me miró a través de sus pestañas y río. Ella no iba a ser capas de preguntar si estaba celoso y se lo agradecía pero mis acciones dejaban poco a la imaginación. Me sentía como un tonto pero ella era mía.

—Eres mia Sakura—susurre en su oído mientras tomaba su mano y la llevaba hacia la camilla.

—Y que tienes pensado hacer para demostrarlo—dijo provocándome.

—Ya verás

Baje hasta su cuello oliendo esa fragancia que me hacía perder la razón. Mi nariz toco su piel y mi mano le quitó la pesada bata blanca. La recosté en la camilla besandola, exigiendo su boca y sus labios. Provocando que nos faltará el aire y que sobrará el frío.

Mi mano bajo a la parte detrás de la rodilla y fue subiendo hasta donde llegaba el límite con la falda de su vestido. Gracias al cielo que había traído vestido si no es capas que muchos ya estarían muertos. Mi mano se coló de dentro de la falda deleitando la suavidad de sus piernas contorneadas.

—No me había dado cuenta de todas esas personas que te miran Sakura—le solté mientras besaba su cuello.

Ella me miró por un momento satisfecha de mis palabras

—No tengo ojos para nadie más

Sus palabras me consolarlo y decidí dar por terminado el tema. Le saque el vestido por la cabeza y terminé lo que había empezado. Su ropa interior  de color carmesí me mandó al límite. Explore su cuerpo dejando besos húmedos por toda su piel sin descuidar ni un solo milímetro. Me moría por estar en su interior pero quería memorizar la belleza de sus curvas, de sus pechos y de su mirada. Sakura me saco la ropa y empezó a acariciar mi cuerpo y esa fue mi señal.

Le saque la ropa interior y me pocisione entre sus piernas. Ambos gritamos de placer en el momento que la penetre lentamente disfrutando de cada ondulación de su estrecho canal. Quería detener el tiempo y quedarme así junto a ella sintiendo el golpeteo de su corazón y el mío en uno solo pero eran tantas emociones en un simple acto que poco íbamos a durar.

Nuestros cuerpos resbalaban en cada embestida y sus pechos se balanceaban al compás. Su mejias estaban extremadamente sonrosadas y sus labios estaban hinchados por los tantos ataques que propicie hacia ellos. Todo era perfecto, era puro y verdadero amor.

—Te amo Sakura

Pronuncie mientras sentía como nos lanzamos juntos del precipicio. Sakura murmuró algo parecido a mi nombre y dejó caer en la almohada. Estábamos intentando recuperar el aliento pero me negaba a que se terminará así, quería mas.

—Otra ronda—le pregunté porque si estaba muy cansada iba a tener que tragarme mis palabras y acercarla a mi cuerpo para dormir.

Sakura río tomando entre sus manos mi cabeza y besándome hasta dejarme sin aire.

—Otra ronda...

Siguiente especial "Libro de Astronomía"

Gracias por leer, espero que les haya gustado.

Att: Lia Diso 🌸