Me despierto y veo que estoy en el cuarto de Luke. Estoy en su cama pero él no está conmigo, me siento en la cama miro hacia el suelo y ahí estaba dormido en el suelo.
-¿Luke?.-Lo llamé pero estaba tan dormido que no escucho.
Me bajé de la cama haciendo el mayor ruido posible pero él no se movía, nada. Lo rodeé para verlo y cuando lo hago me doy cuenta de que siempre estuvo despierto. Me arrodillo delante de él para estar más cerca. Él ni siquiera levanta la cabeza, ni menos la mirada para verme. El solo miraba a la nada. Sus ojos reflejaban nada.
Pasé una mano por delante de sus ojos para ver si reaccionaba pero no lo hacía y comencé a preocuparme.
-Lo siento...-Dijo cortante y aún sin pestañear.
-De que hablas, no tienes que sentir nada...Luke, si es por lo de anoche yo nunca quise defenderlo, ni tampoco agradecerle nada...
-Perdóname bonita.-Se dio la vuelta, no sé porque, pero algo no lo dejaba mirarme a los ojos.
-¿Perdonarte qué?...¿que no quisiste que te consolara anoche?, mi amor yo entiendo que quisieras estar solo, no tienes que pedirme perdón por eso.
Hubo un largo silencio, y yo sentía como mi estomago se comprimía de la angustia. Quise darlo vuelta pero él no se dejó. No sabía qué era lo que pasaba, y su forma de actuar hacia que no quisiera saberlo.
Me levanté lentamente y caminé hasta la puerta, y antes de salir lo miré, el estaba de espaldas hacia mí y esperando que me detuviera me fui escaleras abajo.
Pase por la cocina y cuando entré me encuentro con una de las sirvientas que le estaba preparando una taza de café a James.
-¿Me dejas que se lo lleve?.-Pregunté con voz simpática. Ella me miró y negó con la cabeza.-No voy hacer nada malo solo le voy a llevar el café.
-Señorita lo que pasa es que yo solo cumplo ordenes y él me dijo que yo se lo llevara...-Dijo tímidamente.
-Bueno yo soy la futura mujer de su sobrino...Dale, yo se lo llevo, te juro que si el te hace algo yo te defiendo.-Le sonreí y ella hizo lo mismo pasándome la taza de café con sumo cuidado.
De un cajón saqué una bandeja y puse la taza en ella. La tomé con mis dos manos y fui camino a la última habitación de la inmensa mansión. Subí escaleras y crucé pasillos hasta que por fin quede frente a su puerta. La miré un rato y esta vez, dejando de lado la educación, entré sin golpear.
El estaba leyendo un libro, y me impresionó que no fuera uno de ciencia avanzada o algo por el estilo, de hecho era un libro muy bueno. Yo también lo leí, y aprendí mucho de él. Nunca olvidaré una lección en especial, una frase que dice: Antes de criticar a nadie, recuerda que no todo el mundo ha tenido las mismas ventajas que has tenido tu.
Al principio cuando la leí no le tome mucho sentido. Pero si empiezas a analizarla bien, te das cuenta de lo importante que es. Ahora mi mente la recibe así: Si vas a criticar lo alguien hace, recuerda que ellos no pasaron lo mismo que tu como para saber que eso está mal. No sé, así lo veo.
-Por lo menos tienes algo bueno.-Dije dejando la bandeja a los pies de la cama.
James bajó el libro al darse cuenta de que era yo.
-¿Qué cosa?.-Preguntó sacándose los lentes.
-Que tienes buen gusto para los libros.
Fui hasta un ventanal que estaba al lado de la cama. Desde ahí se podía ver todo el patio de la residencia. Podía ver la fuente, el aparcamiento, el portón, entre tantas cosas.
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"La apuesta"(luke Hemmings y tu)
RomanceAntes de que comiences a leer debes tener en cuenta que no va a ser una de las mejores historias de amor que existen.Es de amor, porsupuesto que si, pero no la más original. -¡Disparale!.-Dice desesperado. Los nervios me traicionaban, sabía que las...