Último cap.

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Narradora

En el hospital

Anel llegó corriendo por los pasillos con Alexa en brazos, no podían dejarla en casa y tampoco sabían lo que iba a ocurrir, además, ahora era difícil encontrar una niñera porque estaba anocheciendo y era muy poco probable encontrar una niñera durante tantas horas, tampoco tenían tiempo para buscar a alguien.
Llegaron a recepción con prisas y tras dar el nombre de Tomás la recepcionista les guío a través de indicaciones claras por los pasillos blancos y poco habitados de aquel hospital, había familiares de otros enfermos allí, esperando alguna noticia de los doctores y las enfermeras que a veces entraban para revisar y otras veces porque una máquina empezaba a pitar y eso ponía los pelos de punto al pensar que podría ser malo, bueno, lo era, pero seguía poniéndote los pelos de punta.
Llegaron a su pasillo y vieron como un hombre de bata blanca entraba en la habitación de Tomás.

- ¡ Espere doctor ! - gritó Anel.

Estuvo se mantuvo quieto mirando a la pareja que venía rápidamente.

- ¿ Sois los familiares de Tomás ? -

- Si, lo somos, ¿ Que ha ocurrido ? ¿ Se encuentra ? ¿ Puedo verlo ? -

El doctor negó.

- Tranquilo, su amigo está bien, no está muy estable por el fuerte golpe en la cabeza. Al parecer cayó por una cuneta al salirse de la carretera y empezó a dar vueltas de campana acabando con un árbol atravesado. Él tuvo suerte, sus heridas fueron en las piernas y brazos, perdió muchas sangre pero cuando llegamos tenía pulso y logramos medio estabilizarlo y parar las hemorragias, se dio un fuerte golpe en la cabeza con el volante y lo dejó insconsciente.
Por desgracia la compañera que iba a su lado no tuvo la misma suerte, el airbag se abrió pero como el coche empezó a rodar explotó y no detuvo los golpes, de todas formas las ramas se colaron por el cristal del parabrisas y la atravesó, murió desangrada, si su amigo está vivo... es de milagro -

Anel empezó a llorar desesperado por verle, había habido mucha suerte

- Si pueden entrar, pero solo un rato, me parece que ya estaba despertando, pero no lo presionen, está muy débil por la perdida de sangre -

Anel asintió y entró a la habitación con Leo detrás para encontrarse a Tomás vinculado a muchos cables que algunos pitaban y otros le metían sueros y sangre de su mismo tipo.

- Tomás... -

Anel cogió la mano de Tomás y se sentó a su lado, acariciando la gran mano del Alpha que parecía muerta porque no se movía y mantenía una temperatura baja, pero gracias a un pequeño movimiento de dedos Anel pudo ver qué Tomás estaba consciente.

- ¿ Donde estoy ? -

- Estás en el hospital Tomás, has tenido un accidente de tráfico -

Tomás frunció el ceño.

- ¿ Quién eres ? -

Anel se preocupó.

- Soy Anel... ¿ No me recuerdas ? -

Miró a las enfermeras buscando una respuesta y éstas se entristecieron vieron que el paciente había perdido la memoria y esa persona que ahora estaba a su lado, llorando y apretando la mano del Alpha era una persona que lo quería mucho y que posiblemente nunca lo recuperaría.

- ¿ Anel ? - pregunto Tomás mirando al Omega.

- Si, si, soy yo - dijo Anel sonriendo con un brillo de ilusión en los ojos.

- Tu... Aparecías en mi sueños... ¿ Que somos ? -

Anel se volvió a entristecer pero tenía todavía esperanzas de que se acordará al menos de él.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora