Cap. 18

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Anel

- ¿ Que ? -

- ¡ Te quiero ! - gritó

- Espera mamá... -

Colgó.

- ¡ Mierda ! - grité cogiendo mi pelo y tirando de él un poco.

Miré a Ryan y lo vi murmurando cosas que no entendía. Estaba nervioso y lo notaba porque miraba a un punto fijo con las pupilas contraídas y las manos en la boca mordiéndose las uñas.

- En fin... - dije llamando su atención para distraerlo de esos pensamientos desconocidos - ¿ me acompañas al aeropuerto ? -

El me miró rápidamente y negó con la cabeza para después salir corriendo hacia la salida sin decir nada, sin una explicación ni nada.

- ¡ Vale, gracias buen amigo ! -

Cogí dinero para el taxi, mis llaves y el móvil.
Al llegar allí le dije al taxista que me esperara y entré.
La gente iba y venía con maletas sin quedarse un momento quieta.

- ¡ Anel ! -

Una voz femenina a mis espaldas me hizo darme la vuelta drásticamente sorprendido.
No podía ser...

- No... No puede ser... -

Mis ojos empezaron a escocer.
Era imposible pero allí estaba, delante de mí con una sonrisa de oreja a oreja. Corrí hacia ella con mis brazos abiertos y al llegar la envolví en un tierno y cariñoso abrazo.
Un abrazo que me quitó la gran tension de los problemas que recaía sobre mis hombros.
Un abrazo añorado por casi 4 meses, poco tiempo para quien lo vea desde fuera, pero mucho tiempo para quien viva la experiencia.

- Ay mi niño... Cuanto te he echado de menos... - me dijo al oído mientras acariciaba mi cabello.

- Y yo mamá, y yo.
Me has echo tanta falta... -

Lágrimas traicioneras bajaban por mis mejillas lentamente.

- No llores... - me dijo para volver a abrazarme mientras quitaba mis lágrimas.

Nos separamos y miré su vientre.
Estaba un poco abultado.
Con cuidado pose mi mano y noté el calor que desprendían aquellas pequeñas vidas que se estaban formando ahí.

- ¿ Enserio voy a tener hermanos ? -

Ella asintió.
Sonreí de oreja a oreja.
Pero pronto se me quitó.

- ¿ Y que pasa con él ? - pregunté preocupado.

Ella sonrió de forma que no comprendí.
Me dio la espalda y se apartó su largo cabello castaño del cuello dejándolo expuesto.
Mis ojos se abrieron de forma totalmente expresiva.

- ¡ Te la has quitado ! - grité emocionado.

- Claro que sí, no pienso volver a tener otra marca aquí.
Viviré soltera y me las apañaré sola, independiente, libre... -

Volví abrazarla, caminamos hasta el taxi y metí sus maletas.
Al llegar Ryan se encontraba en el portal de mis apartamentos más tranquilo que antes.

- Usted debe de ser María, ¿ No ? La madre de Anel.
Qué sorpresa y qué gusto poder conocerla - dijo caballerosamente mientras la daba dos besos en las mejillas.

Me impresionó tanta educación viniendo de su parte, poco más y me asusto.

- Gracias... ¿ Tomás ? Tú eres el famoso Tomás ¿ No ? - preguntó mi madre alegre.

Me atragante con el propio aire.
Ryan iba a negar pero a través de miradas le pedí que me siguiera el juego.

- Claro... Si... Soy Tomas, jeje, ¡ Como no ! -

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora