Cap. 41

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Como el capítulo, bueno, especial de Halloween fue tan corto, he pensado recompensar con este capitulo.
¡ Disfrútenlo !

Anel

- Aguanta un poco más ya llegamos al hospital -

Me estaban empezando a dar las primeras contracciones pero lo peor no era eso, ni el dolor ni nada, sino que ya lo notaba salir.

- ¡ Está saliendo Leo ! ¡ Dios como duele ! -

- ¡ Aguanta Anel ! -

En cuanto detuvimos el coche en la zona de emergencia Leo fue a pedir ayuda ya que yo... pues bueno, no podía andar en mi estado, porque encima, estaba tumbado de piernas abiertas en los asientos traseros.

Rápidamente vinieron varias enfermeras que me ayudaron a bajar del coche y acomodarme en una camilla.

- Aguante señor, respire hondo que enseguida lo atenderemos -

- ¡ Aahh ! - grite de dolor.

Leo corría al lado de mi camilla sujetándome la mano con fuerza mientras susurraba cosas que el dolor me hacía imposibles de oír. Ahora todos mi sentidos estaban puesto en el parto, no oía nada ni decía nada o incluso no sentía nada más que el bebé empujar para salir.
Tome el ritmo del bebé, tome aire y puje cuando el bebé hizo fuerza.

- Así muy bien, lo hace genial - dijo una enfermera.

Llegamos a una sala y a Leo le pusieron una bata rápidamente.

El doctor entro y cuando me vio se llevó una sorpresa.

- Ya casi está afuera... ¡ Traigan las mantas ! -

Seguí empujándo mientras el doctor elevaba mis piernas, las separaba y ponía sus manos alrededor de mi hijo el cual empezaba a llorar.

- ¡ La cabeza ya está fuera ! -

Lo demás fue más rápido de lo que pensé.

Puje unas cuantas veces más y por fin salió, todo había sido muy rápido.
Leo estaba separado de todo pero se acercó cuando le preguntaron si quería cortar el cordón umbilical.

Deje mi cabeza caer sobre la camilla y noté como el doctor limpiaba mi entrada por la cual salía mucha sangre.

- Bueno, no parece haber ningún rasguño en el interior, y su cachorro está sano, muy sano.
¿ Ha tenido usted algún otro cachorro ? -

- No doctor -

- Pues ha sido rápido, normalmente a los primerizos os cuesta mucho más y las contracciones se hacen más notorias uno o dos días antes -

- Ya veo, pues no sé, es mi primero - tomé aire - ¿ Cual es el sexo ? - pregunto Leo agarrando mi mano con fuerza.

- Es una pequeña mujercita, felicidades -

Leo me sonrió y pronto me trasladaron a una habitación normal para yo poder descansar.

Eran las 5 de la mañana cuando me habían entregado al bebé para que se amamantara.

Me quite la bata de hospital y lo puse contra mi pecho.

Enseguida sus manitas se pusieron alrededor de mis pectorales para absorber con energía el calostro de mi pecho, el cual era muy importante en sus primeros días.

- Ya he avisado a tus padres, dicen que estarán aquí para el fin de semana y así venir con tus amigos y todo eso -

Suspiré cansado.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora