Cap. 8

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Anel

Cuando Tomás se fue me relajé.
El ambiente se había puesto tensó y no quería participar en una pelea de Alphas territoriales que se pensaban que podían tratarme como quisieran.

Ryan me llevó a una cafetería donde estuvimos hablando de cosas triviales como anécdotas de la infancia, animal favorito... Cosas tontas para conocernos mejor y perder la tensión.
Y después fuimos al parque.

- Sabes... Estas desde ahora serán mis vistas favoritas - comentó.

Estábamos bajo un cerezo en plena floración con vistas a un lago y sentados sobre el césped recién cortado, por ende olía a césped y a polen. El sol ya se estaba poniendo por lo que el agua se volvió de color naranja y rosa.m, al igual que las nueces que acompañaban al sol en el cielo.

- Pues sí, es bastante hermoso - dije yo.

- Y que lo digas, es más hermoso que este atardecer -

Lo admito, sus palabras me descolocaron ya que no me lo esperaba pero entonces lo pille. Me sonroje de inmediato y desvíe la mirada haciendo que mi cabello negro tapara mis ojos.
Su mano apartó esos mechones y los coloco detrás de mi oreja.

- Muy hermoso... -

Ahora sus yemas acariciaban mi labio inferior mientras su mirada seguía sobre mis ojos.
Pero como si el tiempo estuviera en nuestra contra empezó a llover de repente, no sabía de dónde habían aparecido esas nubes negras pero sí, aparecieron para joder la tarde.

- ¡ Mierda ! - gritamos ambos.

Nos metimos bajo el cerezo y Ryan me abrazó brindándome todo su calor corporal retenido por la chupa de cuero que tenía, la cual tenía abierta y con ella me tapaba.

- Gracias... - dije sonrojado mientras me aferraba a su fuerte pecho para sentir más de ese calor que me reconfortaba.

- ¿ De nada enano, ahora venga, una carrera ? -

Ese mote me puso los pelos de punta.
¿ Como que enano ?

- ¿ Y si esperamos a que escampe ? -

No me importaba mojarme pero prefería no hacerlo ahora, además, así podría estar más rato con él.

- Van a dar las 7:30, tu novio debe estar furioso - bromeó.

- No es mi novio... y que se enfade todo lo que quiera - me quejé.

Ryan soltó una carcajada que me hizo sentir bien.
La lluvia no cesaba, sino que iba a más.

- Mejor hagamos esa carrera antes de que acabe granizando - cambié de opinión.

- Me parece bien -

Pero antes de correr me detuvo.

- Toma, ponte esto, a mí me da igual pillar un resfriado - dijo dándome su chaqueta.

Hice un puchero negándome pero el insistió.

- ¿ Y cuando te la devolveré ? - pregunté poniendomela y viendo lo bien que me quedaba.

- Ya lo hablaremos en otro momento, ahora venga, ¡ corre ! -

Me cogió de la mano y tiró de mí bajo la lluvia hasta llegar a los apartamentos. La gente se metía debajo de los balcones y de los portalones mientras que nosotros corríamos bajo la lluvia con la mirada de todos encima nuestro. Nos empezamos a reír mientras seguíamos corriendo intentando no resbalarnos por la acera.

Nos despedimos con la mano cuando ya estaba cada uno en su portal y entramos. Estaba feliz, su aroma ahora estaba en mí gracias a la cazadora. Pero al llegar delante de la puerta de mi apartamento el olor a Alpha furioso lleno mis fosas nasales.
Me aterró un poco pero también me cabreo.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora