Un Omega Peculiar

Cap. 29

Leo

Después de que Anel se fuera detrás del coronel me sentí intranquilo.
Algo me decía que tenía que estar con el Omega.

Era como un lazo indescriptible de sensaciones.

En cuanto termine mi clase fui a buscarlo para ver como le iba.

No lo encontré por la academia por lo que fui a buscarlo a la comisaria, siendo esta el edificio de al lado.

Pero al llegar a recepción no pude creer lo que veía.

Mi sangre hervía a borbotones y mi Alpha gruñía por querer salir de mi interior, tomar el control y... Buff, me tranquilice y camine a paso rápido hacia ellos.

En cuanto llegue a su altura empuje al sujeto con nombre de Liandro hacia atrás.

Me puse delante de Anel y mis feromonas pronto llenaron el lugar, marcando territorio y autoridad.

Liandro salió por patas y yo me di la vuelta con una sonrisa para hablar con Anel.

- ¿ Estas bien Anel ? -

Su cabeza estaba gacha, y su cuerpo estaba temblando.

Mire a Mario y este también estaba asi.

Me di cuenta de que mis feromonas eran tan fuertes que estaban afectando a ambos Omegas.

- Perdón chicos, no me di cuenta -

Ellos se tranquilizaron, Mario volvió al trabajo pero Anel seguía como triste.

- ¿ Que te ocurre Anel ? - pregunté preocupado.

- Es que... Alonso tiene razón, ¡ Solo soy un Omega más ! No me he podido separarme de ese Alpha como voy a poder hacer rondas con vosotros... -

Quería llorar pero se estaba aguantando las lágrimas.

Lo abracé y el no dudo en corresponderme.

- Eres muy valiente Anel.
Y no hagas caso de lo que diga Alonso, aunque sea el coronel solo quiere molestarte, no es que le gusten muchos los Omegas -

- Anel es hora de nuestro descanso, me voy a tomar un café - avisó Mario.

Dos Betas vinieron a sustituirlos.

Yo acompañé a Anel a una cafetería cercana ya que el café de la comisaría no es que sea muy bueno.

- Si es tan asqueroso ese café ¿ Por quye Mario no ha venido con nosotros ? -

Me puse nervioso ante esa pregunta.

El estaba tomando su café mientras me miraba con los ojos bien abiertos como si fuera un niño esperando una explicación importante.

- Verás... Mario además de estar en recepción ayuda a los Alphas a desestresarse... -

Me miró confundido y con una seña de mi parte imitando el acto sexual me entendió.

Se puso rojo como un tomate y desvió la mirada.

- Es verdad, que me dijiste que era de esos Omegas... ya -

Nos quedamos en silencio.

- ¿ Puedo preguntarte algo ? - me dijo

- Supongo -

- Tu también te... bueno, ¿ Eso con Mario ? -

Me rasqué la nuca.

- Bueno... No suelo hacerlo muy a menudo como otros Alphas, pero es verdad que prefiero hacerlo con él antes de irme a un local de Omegas - dije sinceramente.