Cap. 45

245 26 7
                                    

Narradora

Durante toda la tarde no hubo ningún inconveniente.
Mario se acabó acoplando en el grupo y llego a acercarse un poco más a Ryan, quién poco a poco fue aceptándolo, ya que Anel lo había perdonado.

Tomaron un descanso mientras los cachorros se alimentaban y aprovecharon para comerse unos gofres con chocolate y nata.

Cuando volvían a sus respectivos sitios de descanso María paró a Anel.

- Espera hijo, quiero coger una cosa, ¿ Me acompañas ? Tu Leo, ven también -

Ambos siguieron a la mujer mientras el grupo seguía avanzando.

- ¿ Y bien mamá ? ¿ Que querías comprar ? -

- En realidad... Quería preguntarte qué tal con Tomás, ¿ ya lo llamaste ? -

- Si, también ya le presente a Alexa ¿ Por qué ? -

María puso una cara incómoda.

- No sé si será verdad pero al parecer... Teo y Tomás tienen planeado unirse -

- ¿ Y ? - preguntó Anel dejando sorprendida a María - yo ya tengo mi Alpha, no me importa lo que haga con Teo, allá ellos, yo no soy nadie para impedirles hacer nada o juzgarlos -

María asintió y sonrió.

- Entonces no hay problema... Vamos con el resto -

Caminaron un buen rato hasta que llegaron delante del hotel y María los detuvo de nuevo

- ¿ Me invitaríais a un café en vuestra casa antes de ir a cenar con Alan ? -

- Claro mamá, vamos -

Los tres pusieron rumbo a casa y en cuanto abrieron la puerta de casa papel de conffetti les cayó encima a la pareja.

- ¡ Felicidades ! -

Anel abrió los ojos de sorpresa al igual que Leo al ver allí a todos con regalos en las manos.

- No hacía falta... -

- Te dijimos que te traeríamos algo -

De pronto todos hicieron pasillo y por medio llegó Alan con un carrito de paseo y con Alexa dentro.

La pareja soltó una carcajada cuando vieron a su hija agitar las manos en símbolo de felicidad aún sin saber que ocurría exactamente.

- Muchas gracias a todos... -

Alan y María le regalaron la silla, los demás ropita, excepto Ryan que les regaló un paquete de condones, ya que ahora tendrían que ponerse al día en todo.
León y Max no le habían traído nada, pero Anel tampoco les reprochó nada, es más, les agradeció por no traer nada.

- De todas formas - empezó a hablar María - tenemos pendiente el tema de la boda - dijo sonriente.

- Claro... - dijo Anel nervioso - pero no hay prisa todavía, podemos hablarlo en otro momento, preocuparos ahora por conocerlo todo.
La boda ya se hablará -

- Bueno, bueno... Nosotros solo avisamos de que tenemos que hablarlo todos juntos... - comento Ryan - ¡ Quiero ser una de las damas de honor ! -

Todos lo miraron y empezaron a reír por la pequeña broma.

- Bueno... Pues al menos dejarme ser el padrino en el bautizo de Alexa -

Todos asintieron mientras aún tenían las sonrisas en la cara.

- Carlota y yo seremos las damas de honor - dijo Luisa.

- ¿ Y tú Leo ? ¿ A quién escogerías como asistentes de honor ? - preguntó Alan curioso.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora