Cap. 46

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3 meses después

Anel

Hoy era un día muy especial para mí, y para Leo.
Por fin firmaríamos nuestra unión frente a todas las personas de nuestro entorno cercano.

Dos meses atrás mis padres me habían estado agobiando con el menú, los invitados, la ceremonia, los preparativos... Un caos total.

Alexa ya tenía 3 meses y ahora tenía unos regordetes mofletes que me gustaba pellizcar para hacerla reír.

- Mi madre se pondrá como loca al verte tan gordita y tan bien vestida, eres una bolita... -

Alexa rió sonoramente.

- ¡ Que linda ! -

Besó su moflete y se puso a vestirla con un vestido hasta las rodillas largo de color azul y unos pantalones que no se veían blancos para tapar el pañal.

- Anel hijo mío... Ya visto yo al cachorro -

Mi madre cogió a Alexa y se lo llevó a otra habitación para vestirla, y mientras lo hacía se la podía oír como la lanzaba piropos y besos, a lo cual Alexa respondía con risas.

Tome duché y... Abrí el armario para admirar el hermoso traje blanco que guardaba desde hacía dos semanas.

Mi madre y amigas habían insistido en comprar un vestido, pero como estaban en la otra punta del mundo compre un traje, por lo cual se enfadaron un poco pero lo acabaron aceptando.

Estaban aquí en Italia desde hace dos días para dar últimos retoques e ir sin prisas ni cansancio por el vuelo y eso.

Ahora mismo, mientras terminaba de ponerme el traje estaba escuchando a todas las chicas gritar de emoción al ver a Alexa tan... Regordeta y linda.

Negué con una sonrisa y por la puerta entró León con una barriga de 5 meses que se marcaba en el peto suelto que llevaba color crema.
Carlota y Luisa iban igual, con un vestido corto por las rodillas color violeta claro.
Y mi madre llevaba un vestido con apertura en la pierna izquierda color azul marino.

- Estás muy guapo - dijo León retocando mi pelo húmedo y alborotado.

- Gracias, tu también, y esa barriga te favorece -

Él se sonrojó y ambos reímos.

Salimos del cuarto y vimos a las chicas retocandose el maquillaje.
Lo peor... En cuanto nos vieron se nos tiraron encima para ponernos algo de brillo labial y colorete.

Leo

Me habían obligado dormir en el hotel en el que se hospedaban para no ver a Anel con el traje, decían que traía mala suerte. Ahora mismo me estaba poniendo la corbata negra que iba a juego con el traje negro y hacia contraste con la camisa blanca de abajo.
Até mis zapatos y salí de la habitación.

En el bar del hotel se encontraban Max y Pedro vestidos igual bebiendo un chupito para quitar nervios y Alan bastante elegante tomando agua.

- ¿ Nos vamos ? Tengo que estar antes que Anel en el altar - dije mirando el reloj - y si no salimos ya iremos con retraso -

Salimos a paso apresurado de allí y vimos que Ryan y Sam nos esperaban en el coche.

- ¡ Vas tarde ! - grito Ryan desde e asiento del piloto.

- ¡ Lo sé, vamos ! -

Conducimos hasta la Iglesia de piedra en donde nos casaríamos.
Era grande, lo bastante para entrar todos. Por dentro las zapatillas resonaban en el suelo recién encerado y las vidrieras de colores provocaban que los rayos de sol que las atravesaban tomarán un ligero color.
Los bancos de madera eran de un tono marrón granate y el altar estaba decorado con una tela roja en el suelo y unos ramos de flores blancos a los lados.
El exterior parecía de una Iglesia vieja y malcuidada pero por dentro era una maravilla, ese toque le daba magia a la estructura.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora