Cap. 5

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Ryan

Me había quedado con las ganas de hablar más con Anel pero mi compañero de habitación Sam entró un poco... borracho.
Sam era un Beta de 18 años que mide 1,70, es decir, es más bajo que yo.
Sus ojos son marrones tiene el pelo corto y pelirrojo, pecas en las mejillas y un piercing en la nariz en forma de cruz.

- ¿ Acaso ya está rendido a tus pies ? Muy rápido, ¿ No ? -

- No, hemos quedado mañana, ahora date un baño porque apestas a alcohol. Y como la general te vea así nos vas a meter en un buen lío. Que ya suficiente tuvimos antes -

El entró al baño y yo volví a asomarme a la ventana, cogí mis prismáticos y miré hacia la ventana de Anel. Estaba hablando con alguien pero ahora miraba un colgante que tenia puesto. Esto de espiarle se podría volver mi afición.
Ya llevaba camiseta pero sus piernas seguían al aire y eso me gustó, tenía unas piernas esbeltas y bonitas.

- Soldado Ryan, ¿ Que hace ? - una voz femenina a mis espaldas retumbó mi cabeza.

- General Lina... - mi cuerpo se volvió tenso - verás a mí me gusta fumar y pues aprovechaba y miraba las vistas, señora -

Escondí los prismáticos y me quedé quieto y formal. Ella miró tras mi espalda e intenté tapar con mi cuerpo la ventana de Anel, no pareció sospechar nada, pero aún así asintió no muy convencida.

- ¿ Donde está el soldado Sam ? -

- En la ducha señora -

- Bien, dile de mi parte que como los pille borrachos mañana, aunque sea con un grado se las verán conmigo, que cada privilegio hay que ganárselo y que ni él, ni sus amigos tienen ese privilegio de poder ir a tomar después de vuestro numerito ahí afuera y aún más sabiendo que mañana madrugareis dos horas antes de la hora de entrada.
Mañana a las 6 en la calle, listos con el uniforme y sin quejas, quién falte que se prepare para su castigo.
Soldado... Hasta mañana -

No dije nada, solo me despedí con la mano a la frente y reverencia.
Ahora es cuando os explico por qué me llama soldado aún estando en una academia policial y no en una militar.

Pues la cosa es que está academia la llevan militares para una mayor rectitud y aprendizaje.
La maestra, que en mi caso, señora o general, es Lina, es una de las militares más jóvenes con el registro más impecable y formal del mundo, además de ser la militar más prestigiada por los grandes peces de la guerra.

Solucionada la duda volvamos.
Sam salió de la ducha acojonado.

- ¿ Lo has escuchado todo cierto ? -ble pregunté sonriendo por su expresión.

- Da miedo... Se ha congelado hasta el agua cuando ha empezado a hablar -

- Será mejor que te despejes bien y des la alarma a todos tus amigos con los cuales hayas bebido porque algo me dice que está charla no se la ha dicho a todo el mundo de nuestro grupo -

Su cara palideció y corrió a dar la alarma tras vestirse.

Me reí mientras volvía a la ventana, pero esta vez, al mirar por los prismáticos vi como Anel me sacaba el dedo y cerraba las cortinas.

- ¡ Mierda ! Me pilló, que listo -

- O tu muy tonto - gritó desde el pasillo.

- ¡ Gracias por los apoyos tío ! -

- De nada... Siempre es un placer ayudar a un amigo !! - dijo con burla.

- Si no fueras el hijo del amigo de mi padre y mi amigo de la infancia ya estarías con la cara morada -

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora