Cap. 37

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Antes de empezar quiero dedicar este capítulo a Celestedecorazones
Ya que ella fue la que propuso una pequeña pelea entre Alfas.

2 meses después

Leo

Anel ya tiene 6 meses de embarazo, tiene una barriga bastante grande para ser solo un cachorro.
Hemos ido a las ecografías y está sano, pero no queremos saber el sexo y así llevarnos una sorpresa cuando nazca.

Ahora mismo estamos en el sofá viendo una película mientras Anel se termina una tarrina de helado bastante grande.

- ¿ Satisfecho ? - pregunto viendo que no queda helado en ninguna parte del envase de plástico.

- ¡ Síp ! -

Termina de chupar sus dedos llenos de helado y deja la tarrina en la mesita.
Me fijo en sus labios y están manchado de chocolate y nata.

- Tienes... - me mira raro al ver como acerco a sus labios y los lamo.
El se me queda mirando con un sonrojo suave - tenías chocolate -

Sus mejillas se vuelven a teñir de rojo y desvía la mirada.
Sonrío y acerco mis manos a su  barriga.

-  ¿Que crees que será ? - le pregunto

- No lo sé, pero me tiro más por una niña - me contesta él

- Pues a mí me gustaría un niño -

- Las niñas son mejores a la hora de comprar, hay más modelos y colores -

- Pero un niño es más simple, menos cursi - debato yo

- Eso es mentira, las niñas no son cursis, tan solo es que les gusta estar bonitas -

- ¿ Como a los Omegas ? -

- Pues disculpa pero aunque sea Alpha, le gustará vestir bien, es más, si sale Alpha querrá ir guapa para la hora de ir a  cortejar - dice el con las mejillas infladas.

- Cortejar... Lo dices como si fuera obligatorio eso - resopló yo.

- Pues porque mis padres no están aquí, que sino si te hubieran obligado a hacerlo -

- ¿ Quien hace eso hoy en día ? -

- Max y Leon -

- Son un caso aparte -

- ¿ Lina y Carlota ? -

Bufé

- Coincidencia.
Además, ellas no cuentan que nos las conozco -

- Coincidencia mis huevos, todo el mundo corteja, o que pasa es que tu eres un anti-normas y no me cortejaste -

- Tampoco me lo pediste - reclamé yo.

Hizo un puchero tan lindo que quise comerle allí mismo.
Me lancé encima suyo y comencé a besar su cuello.

- Si no estuvieras a unos meses de parir te cogía aquí mismo -

- Serás bestia... - me dijo él.

De repente el móvil de Anel empezó a sonar.

- No lo cojas -

- ¿ Y si es importante ? -

Quiso cogerlo pero lo detuve cogiendo sus muñecas y poniéndolas sobre su cabeza.
Seguí besándole el cuello y las clavículas hasta llegar a sus hinchados pezones por donde saldrá la leche que alimentará a "mi" cachorro.

Empecé a succionar intentando sacar algo.

- ¡ No hagas eso ! ¡ Es para el cachorro ! -

- Tampoco sale nada, así que... -

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora