Cap. 31

384 43 5
                                    

Anel

- Hola Tomás -

El parecía querer articular alguna palabra pero no le salía nada.

- Anel... Oh dios... -

Desvié la mirada.

- ¿ Cómo estás ? - pregunté.

- Pues muy bien la verdad, tu huida ha sido muy dura pero... joder... ¡ Por qué no vuelves ! Te echo de menos -

Suspiré.

- No voy a volver, estoy rehaciendo mi vida aquí -

Aunque es verdad que no iba muy bien el nuevo principio, pero bueno, poco a poco.

El suspiró pesadamente.

- Ya me dijo tu madre que lo vas a tener -

Su voz parecía quebrada, como si quisiera llorar pero no pudiese.

- Si, nacerá aquí y yo lo cuidaré -

- Es mi hijo también - se quejó.

- Te repito lo que dije nada más salir de allí.
Lo tendré pero no voy a permitir ninguna réplica o denuncia, si es así abortaré -

Mis palabras habían salido de una forma muy dura y fría.

- Vale, perdón.
Solo te pido que no abortes -

Asentí.

 - No lo haré -

 Nos quedamos en silencio.

- ¿ Por qué te fuiste ? -

Esa pregunta era muy ridícula.

- Sabes porque -

- Explícamelo otra vez, ¡ Estabas feliz aquí  ! -

- ¡ Por que no quería atarme a ti ! ¡ Tan difícil se os hace comprender que no quiero un Alpha ! -

Respiré hondo.

- ¿ Dónde te hospedas ? Ya que vas a llevar a mi hijo déjame pagarte un piso -

Mis nervios salieron a punta de flor.

- No necesito tu dinero, no estoy ni en un hotel, ni de alquiler.
Estoy compartiendo apartamento con un... amigo, que no me cobra -

El frunció el ceño.

- ¿ Es Alpha ? -

Se le veía enojado.
Había pasado de estar triste a enfadado y lleno de rabia ya que la pantalla del portátil suyo empezó a moverse un poco, por lo que debería de estar apretando el teclado con fuerza.

 - Eso a tí no te importa -

 - ¿ Lo es, verdad ? -

Suspiré y asentí.

Oí como gruñia y maldecía por lo bajo.

- Quiero que salgas de ahí, no lo quiero contigo -

- ¡ Ni siquiera lo conoces ! -

- ¡ Me da igual ! - grito

Ese grito me asustó.

De pronto la puerta se abrió dejándome ver un preocupado Leo solo en boxer.

- ¿ Anel ocurrió algo ? -

Me sonrojé y tuve que taparme la cara.

- No pasa nada, esto bien -

- ¿ Es él Anel ?, ¡ muestramelo ! - gritó Tomás.

- ¿ Quién es Anel ? -

Leo se acercó.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora