Cap. 4

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Tomás

En cuanto oí el seguro ser quitado me lancé a él, quería besarlo hacerlo mío... Sus feromonas me ponían loco.
Nunca había estado con un Omega que me pusiera así, estaba a cien.
Acerqué mi nariz a su cuello, el estaba quieto, temblando bajo mi cuerpo, eso me gustó.
Seguí oliendo su aroma, estaba mezclado con el mío, pero... Un tercer aroma salió por ahí.
Era de ese tal Ryan, me ponía los nervios a cien !! De no haber sido por la general Lina un toque más y le hubiera matado !!
- Tomás... - susurró - para... -
No quería que ese aroma estuviera en él.
Empecé a restregarme contra él, y para mí desgracia el se dió cuenta.
De pronto mi cabeza fue víctima del golpe que Anel me proporcionó.
- Acaso te estabas restregando ?? -
- Que !! No... !! -
Se olió el cuerpo.
- Lo has echo !! Me has dejado lleno de tu olor !! - gritó histérico.
Cogí mi ropa rápidamente y salí de allí cerrando la puerta a mi paso antes de que su jabón fuera directo a mi cara.
Sonreí pensando que lo había marcado con mi olor.
Me acomode en el sofá y me puse a ver una película.

Anel

Había dejado todo su olor impregnado en mí !!
Me quité toda la ropa excepto el bóxer y la dejé al lado de la puerta.
Empecé a deshacer las maletas y dejé a la vista los supresores.
Tenía que tener la habitación en continua ventilación por si acaso, así que me acerqué a la ventana, aparté las cortinas y abrí la ventana por completo.
Y al hacerlo me encontré a Ryan fumando en su ventana.
Nuestras miradas se encontraron y estuvimos manteniendo estás durante unos segundos hasta que unos golpes en mi puerta me hicieron ir abrir a Tomás.
- Que quieres ?? - pregunté sin abrirla.
- Necesito mi móvil, gracias -
Me quedé mirando su móvil, y 5 minutos después quité el seguro, abrí la puerta, lancé su móvil y volví a cerrar dejando a Tomás con la queja en la boca.
Me asomé otra vez a la ventana y Ryan ya no estaba.
No sé por qué me hice ilusiones de volver a encontrarlo ahí... Estaba muy raro desde que me encontré a ambos Alphas.
Iba a marcharme a la ventana cuando un silbido me hizo asomarme de nuevo.
Ryan estaba asomado sosteniendo varios papeles.
En cada uno ponía una palabra en grande para yo poder leerla.
- Dame... tu... número -
Sin quererlo solté una risita.
Me metí hacia dentro bajo su atenta mirada.
Escribí mi número en un papel pequeño e hice un avión.
De pequeño adoraba hacerlos, por lo que ya tenía práctica.
Miré la dirección del viento, el cual hoy no hacía y lancé el avión que planeo en recto todo el camino hasta llegar a las manos de Ryan.
Se sorprendió al verme lanzar el avión pero no tardó en mandarme el primer mensaje.

Estás bien bueno, ojalá pudiera verte más de cerca

Me sonrojé hasta las orejas y me di cuenta de que mi pecho estaba al descubierto aún.
Me metí hacia dentro y me tiré a la cama.

Pervertido

Tú me lo has puesto en bandeja.

Lo dejé en leído y tiré el móvil lejos de mí alcance... Pero dentro de la cama.
Me puse una camisa cualquiera y otro mensaje de Ryan llegó a mi móvil.

Empecemos desde el principio, si ??
Me llamo Ryan, tengo 19 años y sí, repetí un curso porque el director de mi instituto me tenía manía y no me dejó graduarme en segundo bachiller.
Y tú hermosura ??

Jeje, soy Anel y tengo 17 años porque aunque yo si me gradué a tiempo cumplo años en diciembre.

Muy bien Anel.
Podemos quedar mañana y solucionar esto ??

Ha sido un mal empezar y quisiera llevarme bien contigo.

De acuerdo... Salgo de la universidad a las 4, te parece quedar a las 5 en el parque ??

Me parece bien.
Allí nos vemos pequeños Omega. ;)

Ahora sí dejé el móvil fuera de mi alcance... Fuera de la cama.
Miré la hora y decidí llamar a mi madre por el portátil.
Le conté todo, incluyendo el encuentro con Tomás y Ryan.
- Cariño... Cuanto me gustaría estar ahí contigo y ayudarte... -
- Lo sé mamá... -
- Tú qué sientes ?? -
- Me siento como cuando estuve con Diego o con Raúl, me siento pequeño e indefenso, caigo mucho cuando utilizan su voz y... Los acabo de conocer mamá !! Para enamorame de Diego tardé meses, con estos ha sido un segundo, y aún no sé si puede ser amor... Prometí no volver a enamorarme y mírame... -
- Eres un Omega fuerte querido, sé que tomarás la mejor decisión, además, es tu instinto querer a alguien... Hasta el Alpha más fuerte se siente solo alguna vez y necesita amor... No desaproveches estás oportunidades solo porque 4 idiotas te hicieron sufrir.
No todos hacen daño querido... No todos lo hacen, y aunque son muy difíciles de encontrar existen -
Miré a la pantalla y toqué mi colgante.
- Papá era así, verdad ?? -
Recuerdos de mi verdadero padre vinieron a mi mente.
- Claro que sí cariño, claro que sí, era de los mejores, y siempre te quiso -
Sonreí recordado los días soleados en el parque y los días lluviosos en los que veíamos películas juntos de zombies.
Pero esos días se acabaron muy pronto cuando un día se fue y nunca volvió.

Flash-back

Era un día lluvioso de diciembre.
El día 1 siendo exactos, el día de mi cumpleaños.
Me levanté pronto para ir a recibir a mi padre, quién el día anterior había prometido venir a celebrar el cumpleaños conmigo.
Para todo esto yo solo tenía 6 años.
La lluvia golpeaba con fuerza las ventanas.
Todo el día lo estuve esperando, pero nunca apareció.
Cuando vino mi madre de trabajar mi tiré a sus brazos para llorar.
Ella no decía nada, solo me abrazaba mientras besaba con cariño mi cabeza.
- Se ha olvidado de mi ?? - pregunté sin dejar de llorar.
- Claro que no cariño -
- Y por qué no está aquí ?? -
- Tú papá ha tenido que irse, pero me ha dado esto para que te lo dé -
Era un regalo envuelto en papel militar.
(Pillan el dato de militar ?? )
Lo abrí con ansias y allí, dentro de tanto envoltorio, un collar con una bala colgando se mostraba ante mis ojos.
Cogí la nota que iba atada al collar.

Anel, hijo mío.
No he podido ir a casa porque tengo trabajo, quiero que sepas que te quiero y que nunca me olvidaré de ti.
Este regalo te lo doy porque sé lo mucho que te gustan estas cosas.
Nunca seas militar, es muy duro dejar a tu familia, te lo digo por experiencia.
Quiero que seas fuerte y cuando crezcas cuides de tu madre, seas Alpha, Beta u Omega yo te voy a querer.
No sé si nos volveremos a ver pero cuando lo hagamos pienso volver a recuperar el tiempo perdido.
Te quiere mucho.
Tú padre, Alan.

Al leer la carta mis lágrimas empezaron a salir de mis ojos.
Rompí la carta en mil pedazos mientras cogía con fuerza aquel collar y mi madre me abrazaba con fuerza.
Meses después mi madre me presento a mi padrastro, desde aquel día supe que no sería lo mismo, que ese hombre no me quería y solo quería sexo...
Cuando mi madre vino con una marca nueva me sentí muy triste y lleno de furia, desde aquel día mi madre cambió y con ella cambié yo.
Todas las noches rezaba por qué mi padre volviera y la salvará pero nunca pasaba.
Todas las noches mojaba la almohada de tanto llorar hasta que una noche... Las lágrimas se acabaron.
Dejé de rezar por mi padre y salí a la acción.
Si mi padre no nos protegía lo haría yo.
Ese día todo cambió, y el dulce niño que hasta entonces reía dejó de sonreír, para morir junto con los recuerdos de aquel hombre que les dejó abandonados en ese entonces.

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora