Cap. 47

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Anel

Estábamos llegando al pequeño puerto que había en la isla.
Era pequeño pero con muchos otros yates y pequeñas barcas que pasarían allí la estancia.

- Ya hemos llegado amor.
Bajemos las maletas y pasemos a la acción - dijo Leo con gracia cogiéndome de la cintura con posesión y besando mi cuello con cariño mientras yo ronroneaba.
Cogimos las maletas de la parte inferior del yate y caminamos por la pasarela de madera hasta la playa.
Pero en cuanto nuestros calzados tocaron la arena nuestras maletas cayeron en ella.

- Ese es... - dijo Leo

Clave mi mirada en aquellos sujetos.
¿ Qué mierdas hacían aquí ?

Leo

Noté como Anel se tensaba, pero su expresión no cambio, es más, cogió sus maletas con las mismas y me hizo una seña para empezar a caminar hacia el hotel.
Eran increíbles las casualidades, ¿ No ?

Llegamos a la recepción. Esta era amplia con muchos sillones de cuero negro, imágenes de parejas riéndose felices, posiblemente también clientes que pasaron aquí su estancia, había peceras con todo tipo de animal marino, bueno, tiburones o delfines no había, pero si peces tropicales, tortugas pequeñas... Hasta langostas.
El mostrador era grande, con papales de todos las actividades que se podían hacer en pareja, todas, eran en pareja, miré a mi izquierda y unas escaleras se perdían por las tantas plantas de este hotel, seguramente eran las habitaciones que había.
Y a mi derecha, estaba el comedor, la cocina y el ascensor.
Detrás nuestro la entrada, rodeada de flores y luces que alumbraban desde el suelo haciéndolo todo más bello.

- Está bonito el sitio - comentó Anel sin quitar la mirada a nada - aunque no es del todo privado -

- ¿ Verdad ?
Es igual que en las fotos, normal que tenga tanta gente. Y no pasa nada la isla es muy grande, no nos cruzaremos a muchos. -

- Te habrá costado un pastón -

- Había descuento, por eso reservé aquí -

Anel me miró con una ceja levantada pero pronto se puso a reír por ello.

Unos segundos más y llego el recepcionista Beta, con el típico traje azul marino de botones de oro y una gorra como de marinero de los mismo colores. Los guantes eran blancos y llevaba un chaleco de traje rojo por encima del traje, y sus zapatos... No los vi, claro, estaba al otro lado de la mesa.

- ¿ Cual es vuestra reservación ? -

- A nombre de Leonardo Rossi -

- ¿ Me presta su DNI y número de teléfono para confirmar ? -

- Claro -

Saqué la documentación y con ella el bono de descuento por ser recién casados.

- ¡ Oh ! Enhorabuena por el compromiso, y en efecto, ustedes tenían una reservación en una de nuestra salas VIP - dijo esto guiñándome un ojo, cosa que Anel no comprendió, pero yo sí - nuestras instalaciones recorren toda la isla, aunque por fuera parece pequeña por dentro es enorme.
Tienen excursiones, caminatas, rutas a caballo, en bici, en moto... También tienen sala de masajes, spa y gimnasio.
Hay servicio a la habitación pulsando el número que en la habitación está apuntado y todo tipo de servicio en la propia habitación.
Los horarios de cocina son de 8h a 11h, de 14h a 16h y de 20h a 23h.
Si quieren comer fuera del hotel pueden llamar aquí a recepción y yo daré la orden de que se prepare vuestro pedido.
Hay un extenso menú en el que se abarcan diferentes alimentos, tipos de cocina e incluso alimentos exóticos y de otros países hechos con recetas natales para que exploren el mundo con solo un mordisco.
Además, hay una extensa línea de wifi que llega a cualquier rincón del hotel y variedad de canales y películas en la pantalla plana de su habitación.
Y como pidieron la habitación VIP tiene un pequeño jacuzzi con vistas a la playa en el balcón de su habitación.
Aquí tienen la llave y ¡ Disfruten mucho su estancia ! -

Un Omega PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora