𝓜𝓪𝓽𝓱 𝓕𝓻𝓲𝓭𝓶𝓪𝓷

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— ¿A quién no quieres que lastimen?—insisto con mis preguntas.

—Es…es un amigo que me está haciendo un favor. Me está cuidando unos gatitos y…y si no voy por ellos los va a echar a la basura el infeliz. Su abuela lo descubrió y pues como yo andaba en las calles en el pedaleo de la bicicleta le dije que yo les buscaría hogar con personas que conozco. Ya han pasado varias semanas y quiere saber si iré por los gatos. Eso es todo—se guarda su teléfono y me abraza. Me da un beso caliente, fogoso y lascivo para ponerme contra la pared. —Ya quiero sentirme mejor para que me vista de minifalda con medias y me joda rico. ¿No le gustaría Daddy?

—Que rico bebe. Claro que me gustaría. Con tacones, y pezoneras. Mierda, ya te ando imaginando—amaso su trasero y besuqueo su cuello. Le restriego lo duro que me estoy poniendo.

—Si pero primero quiero que comamos algo. Estoy muriendo de hambre y quiero que me lleve a comer antes de que me dé un desmayo.

Asiento y salimos del baño con mi mano en su cintura. Nos vamos del centro comercial a comer. En el auto me hace tema de que está feliz de regresar a la universidad y no deja de parlotear de los muchos amigos que hará y de lo orgulloso que estará su padre. Le recuerdo lo celoso que soy y me besa, me llama toxico. Que no debo sentir celos pues es mío y de nadie más. Que el solo tiene ojos para mí.

Llegamos al restaurante y comemos pero yo tengo una duda sobre el chico del video, necesito aclarar eso.

—Deberías presentarme algunos de tus amigos. Digo, debo conocerlos a todos ahora que volverás a la universidad—le hago tema en la mesa que compartimos con Joon que alimenta a un regimiento en su estómago.

—Claro, yo se los presentare a todos. Aunque no sé cómo me recibirán en la Uni porque no soy de la alta clase social. Me han dicho que en el Jean Piaget son muy estrictos y manda la Elite.

—Tú eres tan rico como todos esos imbéciles y no necesitas vejiga para nadar. Tendrás chofer a la puerta que te llevara y te recogerá. No quiero que te sientas menos. El dueño de la universidad me debe favores y si se los cobro me saldría quedando con la mitad de los edificios.

— Gracias pero no quiero generar problemas. Si no me llevo bien con todos, no pasa nada. Sigo teniendo mis otros amigos con los que me llevo súper y son geniales. No los cambiaría por nada.

Joder, debo aprovechar que toca el tema de sus amigos. Necesito saber más.

— ¿Aun te llevas con tus otros amigos? ¿No les da enfado que vayas a estudiar en una universidad de alto prestigio?

—Para nada. Están felices y me han deseado lo mejor. Sé que si Evan estuviese el festejaría conmigo y beberíamos hasta el amanecer. Lo extraño a veces.

Su semblante se torna serio y la tristeza se nota en su mirada. Definitivo debieron ser los mejores amigos y es obvio que aún le duele que se haya acostado con esa zorra de Inés. Cambio de tema mejor porque saber que aun la sigue amado me cabrea. Le pido me muestre algunas fotos de sus locos amigos y rebusca en su teléfono.