36

386 41 21
                                    

He bajado después de un buen descanso y un buen baño y me he entallado el único traje que había en la maleta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

He bajado después de un buen descanso y un buen baño y me he entallado el único traje que había en la maleta. Llamé a Sebastián para una explicación sobre el contenido de mi maleta pero ha dicho que no tiene idea de que paso pues el dejo todo listo y completo anoche. Fue Henry sin dudar el que ha hecho la graciosa travesura de sacarme todo y dejarme solo un traje. Estoy pensando como cobrarme lo que me ha hecho  mientras lo veo bailar el dichoso vals en compañía de su padre, Joon y Arthur que me acompañan  en la mesa. Margarita es una dulce señorita muy amable y luce feliz en su precioso vestido azul. Parece una princesa de los cuentos que le leía a Jes. Me hubiese gustado tanto poder estar con ella cuando cumplió sus quince años y llevarla de paseo a la playa. Soñaba con conocer el mar.

La última pieza del vals termina y el gran salón se llena de aplausos y silbidos. Henry la lleva del brazo a la mesa con sus padres y le deja un beso en la mejilla para irse a la mesa de Jake que esta con unos amigos. Me está ignorando, no existo. Quiero, necesito cobrarme lo que me hizo con mi maleta. Ríe a carcajadas todo feliz al otro extremo del salón hasta que anuncian baile libre en la pista que salta con una señorita de su edad para bailar con sus amigos en grupo. La música es muy movida y si alguien tiene ritmo en las caderas es el. Lo que me molesta es la chica con la que baila, le coquetea muy descarada.

Su señor padre no es tonto y  nota mi molestia, se levanta de la mesa para ir a decirle no sé qué y se lo lleva al parecer a la cocina.  Joon por su parte conversa con Arthur y yo sobro en la mesa. Me levanto para ir al balcón a tomar aire y observar un poco el cielo estrellado. Aun hace frio, aún hay nieve y en estos días me siento cansado, fastidiado de todo. No sé qué rayos me pasa pero no me gusta cómo me siento cuando veo a Henry coquetear con alguna chica. Se supone que lo tengo para divertirme con el y fastidiarlo porque que se me da la gana. No debo sentir nada.

— ¿Por qué tan solito pedazo de estúpido?—su voz susurrante por mi oído y sus brazos me rodean por detrás. —Mi padre está mirando, no sea idiota.

Sonrió por lo dicho pero no me giro. Me quedo en la misma posición sin mover un musculo. Es obvio que su padre lo ha enviado y seguro le ha regañado. Condenado niño mujeriego. ¡Tiene pegue con las niñas!

— ¿Ya te aburriste de bailar con tu amiguita? Porque yo estoy bien sin ti, no te necesito.

—No sea idiota, si estoy aquí es porque mi padre me ha enviado. ¿Puede seguirle? No sea estúpido, mi padre esta mirando.

Quiere que le siga el juego pues bien. Me giro para meterlo a mis brazos y veo de reojo al suegro en la mesa que nos observa con una enorme sonrisa. Lo apego a mi pecho muy fuerte y le ordeno que me abrace también. Resopla pero hace caso llevando sus brazos a rodear mi cuello.

—Dame un beso—le pido y se niega. Insisto y me insulta. — ¿Por qué me tienes tanto asco? Digo, algo bonito debo hacerte sentir con lo guapo que soy e irresistible—apreso su cinturita entre mis brazos y me empiezo a poner duro, no es mi culpa. Lo juro.

𝓜𝓪𝓽𝓱 𝓕𝓻𝓲𝓭𝓶𝓪𝓷 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora