(Trilogía de Math Fridman)
Novela LGBT Vol. 1
¡MUY PRONTO EN FÍSICO!
Un mafioso hijo de puta con gustos un poco perversos. Un jovencito de malos modos, repartidor de periódicos de día, y mesero de noche.
¿Qué tienen en común? Uno cumplir con su par...
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Una de la mañana.
Smith me dijo que le tuvo que colocar un Vasopresor y que en cuatro horas mas o menos despertaría. Tuve que llamarlo en vista de que Henry no reaccionaba.
Al parecer cuando vino aquí, ya venía drogado o algo debió consumir el muy idiota. Maldito mocoso, pudo morir por una sobredosis.
Después que Smith se ha marchado con su equipo médico, le han dejado sobre la cama cubierto con la sabana. Smith sabe que si abre la boca, se muere.
Apenas este se fue, me he dado una ducha en el baño con el que cuenta la habitación también y en bata en el sillón frente a la cama, le veo dormir.
No es que me preocupe, solo no quiero que muera en mi mansión, en mi habitación, en mi cama.
Niño tonto.
La puerta suena y bajo el trago que me serví de mis labios.
—Adelante—ordeno y Joon aparece. Me pregunto dónde andaba que viene recién bañado siendo la una de la mañana.
—Sebastián me ha contado. ¿Cómo está?—se acerca a verle en la orilla de la cama. — ¿Qué le hiciste Math?—me mira ahora con algo que juraría es molestia.
—Yo no le hice nada. El muy estúpido consumió algo antes de venir. Vaya a saber que mierda.
— ¿Qué le diste?
—Un dulce mágico.
—Math, Henry estaba tomando tratamiento de cuando se resfrió. Tomaba altas dosis de antibióticos. Pudiste causarle la muerte.
Mierda.
Como pude olvidar ese detalle.
Pero bueno, yo como mierda iba a saberlo, no soy brujo.
—Bueno ya, no está muerto solo…
—Mmm—se le escapa un quejido cuando se remueve entre las sabanas.
No me muevo de mi lugar, solo quiero que se levante y se vaya de mi casa. Ha cumplido su parte del trato, ahora lo quiero fuera de mi vista y de mi vida.
—Henry—Joon le llama a orillas de la cama quitando un mechón de su pelo de la frente. —Hola, ¿me oyes?
Abre los ojos lento, mira el techo y apenas ve a Joon da un salto sentándose en la cama abrazándose a las sabanas.
— ¡Aléjate de mí!—grita agitado apenas respirando. — ¡Aléjate!
—Tranquilo—Joon se aleja de la cama un paso atrás. —Tranquilo Henry, estas bien ahora. Trata de…
—No armes tanto escándalo qué bien que no te quejabas hace rato—intervengo desde mi lugar con mi trago en mano. —Lo disfrutaste dulzura. Te corriste tres veces—le guiño un ojo.
