𝓜𝓪𝓽𝓱 𝓕𝓻𝓲𝓭𝓶𝓪𝓷

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Joon Fridman

En la mesa de mi escritorio, esta mi arma que debo mantener siempre lista. Una vez por semana la desarmo y la limpio, depende mi vida de ello.

—Cuando él bebe este en casa, deberas deshacerte de eso.

Levanto la vista y lo veo reclinado en el marco de la puerta, a brazos cruzados. Viste un palazzo negro de tela con pinzas, con una camisa celeste fajada con un cinto oscuro y su pelo rubio cae en su frente.

—Bueno, para eso falta mucho. ¿A dónde vas tan lindo? Pueden robarte en la calle.

Se rie.

—Voy a cenar con una amiga. Y quedamos que después de la boda, iniciaríamos lo de la inseminacion. Quedamos en que dejarías esto que haces. Quiero una vida junto a ti, una familia, un gato y un perro. Crei que era un tema que ya estaba hablado amor. Además, quedaste de presentarme a tu hermano Math que muero por conocer.

Me levanto del sillon para alcanzarlo y lo meto en mis brazos. Rodea mi cuello con sus delgados y calidos brazos. Me mira con sus preciosos ojos azules. Dios, el huele delicioso, a flores.

—Si, ya se que que esta semana quedamos que te lo presentaría y le diría de renunciar. Príncipe, no es fácil. Yo soy todo lo que mi hermano tiene. Debo ver que el nuevo personal de custodia, este realmente capacitado. No puedo dejar asi nada mas a mi hermano. Seria como entregarlo a sus enemigos el dejarlo solo.

Le doy un corto beso en los labios.

—Prometelo Joon Fridman.

—Te lo prometo. Yo también quiero una vida junto a ti. Ahora dime, ¿porque no sabia de la cena con tu amiga?

—Porque se suponía era sorpresa, pero llegaste temprano y, por cierto, te comiste el postre—frunce el ceño fingiendo molestia aun cuando se rie.

La comida se quemo y tuvimos que ordenar algo al restaurante de Math.

—¿Sorpresa? ¿Te irias y me dejarías una nota? Que cruel.

—Me presentara a alguien y tal vez tenga trabajo amor.

—Ya te dije que…

—No, de ninguna manera. Yo quiero conseguirlo por mis propios méritos.

No quiere que le consiga trabajo, es tan terco, pero si insisto, acabaremos discutiendo y va a llorar. No me gusta que lo haga porque luego no se que hacer.

—¿Y de que te va a conseguir trabajo tu amiga? Sabes que no desisto de la idea de la academia de baile y…

—He dicho que no.

Si, también le dije que le ponia una academia de baile, pero no quiso. Que hasta que estemos legalmente casados, lo aceptara. Mientras trabajara de lo que sea, cosa que, a decir verdad, no me gusta mucho, pero me sorprende lo independiente que es. No le ha sido fácil conseguir trabajo después de que se salió de un colegio donde daba clases de baile porque un tipo le falto al respeto. El cree que el hombre renuncio a su empleo, si supiera que esta en lo mas profundo del lago y sin cabeza. Asesinarlo fue algo que realmente disfrute.