𝓜𝓪𝓽𝓱 𝓕𝓻𝓲𝓭𝓶𝓪𝓷

40

—Firme aquí, aquí y aquí.

El juez señala las líneas donde debo firmar y unirme en matrimonio civil con Henry Miller después de colocarnos las alianzas que nos entregó Joon. Muy calladito que se tenía ese detalle de los anillos. Con pluma en mano miro a Henry que esta sonriente y feliz.  Si no supiera que algo trama, le creería. Sus padres y los invitados sin perder detalle de nada con sus ojos en mí, me ven firmar y una vez término, entrego la pluma a mí ahora esposo y este firma. Sentencia de muerte debí mencionar en los jodidos votos.

Y todos nos felicitan después de sellar nuestra dulce unión con un beso, nos dan consejos como si me hicieran falta. No tengo humor de nada ni para partir el puto pastel. Copas van y vienen, comida, música, algunos bailan Jazz y los ahora suegros nos acompañan en la mesa. Converso con un par de amigos sobre negocios y mi lindo esposo sentado a mi lado no deja de cuchichear con su amigo Jake y ríe todo feliz. Algo grande trama, algo muy bien elaborado porque está muy cariñoso y amable. Entre ratos me mira y me tira un besito y leo en sus labios un falso te amo. Esa palabra me produce escalofríos y ni loco lo escuchara de mi boca. Eso nunca, jamás.

Lo veo que se levanta de su sitio y va donde la orquesta, algo les indica y enseguida suena Norah Jones, The Nearness Of You. La canción que bailamos el día que se le ocurrió joderme. Lo veo venir por mí  con una gran sonrisa y todos saben que va a sacarme a bailar. Aplauden animando y cuando llega a mi lado, me extiende la mano. Juro que todo lo que me está haciendo, va a pagarlo. Animado  por algunos comentarios en la mesa y con los ojos de mis suegros encima, tomo su mano y lo acompaño al centro del salón. Lo acomodo en mis brazos y bailamos.

— ¿Contento?—pregunto con mis ojos en los suyos.

—Feliz mi amor—responde en tono dulce.

—No soy tu amor. Deja de joderme, ¿Por qué escogiste esta canción? ¿Acaso te burlas de mí?

—Claro que no, ¿por quién me toma?

—No te pases Henry. No juegues con fuego porque te puedes quemar. Mejor dime que tramas.

— ¿Qué le hace pensar que estoy tramando algo?—no le respondo pero mi mirada le dice que no le creo nada. —Está bien, tiene razón. Planeo asesinarlo, cortarlo en pedazos y ponerlo en una bolsa negra. Luego lo lanzare al rio con un ladrillo atado a la bolsa. Un final decente para alguien como usted.

Vaya, no esta tan lejos de lo que le he hecho a mis enemigos. Que piense así no me asusta porque es incapaz de matar una mosca aunque si meterme un buen susto con una puta abeja.

— ¿Por qué borraste los videos de mi teléfono? ¿Crees que no puedo conseguirlos de nuevo?

—Primero, porque se me dio la gana. Segundo, usted ya está casado conmigo. Tercero, ¿Algún problema esposo mío?

—Esa acta de matrimonio, los votos y estos putos anillos no son nada. No eres nadie para mi Henry. Creí en ti, en que en verdad habías cambiado y caí como idiota pero esta vez sabrás que cometiste un error con orillarme a esto.